“El sistema electoral hondureño no da ningún tipo de garantías, porque participan solamente los partidos políticos”, dijo a la diaria Sebastián Hagobian, licenciado en Relaciones Internacionales, miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales del Frente Amplio y observador en las elecciones en Honduras. Explicó que el hecho de que las mesas sean conformadas por los propios partidos permite una serie de irregularidades, como que las personas voten aunque su imagen no coincida con la foto de la cédula o que se vayan sin que se les haya manchado el dedo para demostrar que ya votaron. Hagobian contó que presenció varias anomalías y confirmó otras, respaldando la denuncia de la oposición de que se está produciendo un fraude en Honduras.
Una de las irregularidades empezó a producirse antes de la elección y fue denunciada por la Alianza de la Oposición contra la Dictadura, integrada por el Partido Libertad y Refundación (Libre) y el Partido Innovación y Unidad. El Partido Nacional, al que pertenece el presidente, Juan Orlando Hernández, que buscó la reelección, creó seis partidos políticos pequeños en un período de tiempo excesivamente corto, con la intención de tener mayoría en las mesas de votación, integradas por representantes de tres partidos que se eligen aleatoriamente. “De estos partidos chicos había gente poco formada, que no era militante, y estaba paga. Les preguntaba de qué partido eran y tenían que mirar la credencial antes de responder”, contó Hagobian, que durante la jornada electoral recorrió diez mesas y recogió la experiencia de otros observadores a los que les sucedió lo mismo. A la hora de contar los votos, si una papeleta estaba arrugada o tenía alguna marca, se anulaba si era para Nasralla pero se consideraba válida si era para Hernández. De acuerdo a lo que vieron él y sus colegas, Hagobian consideró que en varias mesas se anularon entre seis y diez votos para Nasralla.
Hagobian vio otras irregularidades vinculadas al voto de la población. Por ejemplo, que se compraran votos con canastas de alimentos básicos, que una misma mujer acompañara a diez personas mayores y les marcara qué tenían que votar o que en los controles de voto apareciera que votaron personas que están fallecidas. Este tipo de denuncias ya se habían producido en las pasadas elecciones, en 2013.
Otro de los argumentos que sostiene la oposición para denunciar el fraude es que hubo varias caídas en el sistema del TSE durante la carga de las actas y que después de cada una de ellas había un crecimiento de Hernández en cantidad de votos. Nasralla contó con 5% de ventaja hasta el martes, pero luego la diferencia se fue achicando hasta que el jueves fue superado por Juan Orlando Hernández, el actual presidente, habilitado por la Justicia para buscar la reelección en una decisión que es duramente cuestionada por la oposición. Ambos estaban en un empate técnico hasta que el jueves Hernández pasó a liderar, con 0,1% por delante de Nasralla, cuando el escrutinio alcanzaba 82,9% de los votos. En ese momento, el TSE anunció que había terminado el escrutinio general y que restaba revisar los votos observados, que correspondían al restante 17,1%. Ayer, la diferencia a favor del presidente se amplió a 1,5% y restaba por escrutar solamente 5,68% de los votos, en un proceso por demás acelerado en comparación con los días anteriores.
Comparando las cifras oficiales del lunes con las de ayer, Hagobian apuntó que es llamativo que en el escrutinio de sólo 37% de los votos Nasralla perdió 4% de los votos y Hernández ganó 2%, cuando la tendencia en el primer 57% escrutado era favorable a Nasralla. “Eso es algo que nunca se vio en ningún país”, aseguró.
A estas denuncias se suman decenas de videos publicados en las redes sociales que muestran que el TSE no está cargando las actas correctamente. En ellos se ve, por ejemplo, que varias actas escaneadas en el sitio oficial del TSE tienen un determinado resultado a favor de Nasralla pero en la digitalización de los datos de esas actas figura que no hay resultados disponibles.
Anoche la oposición y el oficialismo estaban expectantes ante la posibilidad de que el TSE diera resultados finales, algo que ya había anunciado que haría en otras dos ocasiones –el domingo en la noche y el jueves– sin cumplirlo. Al mediodía de ayer el TSE pidió a todos los partidos que enviaran representantes para hacer el escrutinio de las últimas papeletas, pero la oposición ya está reclamando que se recuenten todas las anteriores como una condición para avalar los resultados.
La Mesa Política del Frente Amplio emitió ayer un comunicado en relación con la situación de Honduras. Allí advierte que “surgen indicios cada vez más claros del intento de fraude”, asegura que la Unión Europea denunció “la aparición de miles de urnas con los precintos violentados” y pide a los organismos internacionales que intimen al gobierno y a los poderes electorales hondureños para que “se respete lo expresado por el pueblo en las urnas”. Por último, el Frente Amplio “expresa su honda preocupación por la situación generada a partir de la espontánea salida del pueblo hondureño a las calles, en defensa de la democracia y de su voluntad expresada en las urnas”.