Destaca que su candidatura surgió “en el interior” y “con el apoyo de las mujeres”, y considera que representa “fundamentalmente al movimiento”, a las bases. Para Ivonne Passada, candidata a la presidencia en las elecciones de autoridades del Frente Amplio (FA) del 5 de diciembre, la fuerza política ya no puede “seguir teniendo estructuras duras y cerradas”. Propone abrir oportunidades de participación a mujeres y jóvenes, e instalar mesas de coordinación regional en el interior.

¿Qué representa tu candidatura que no representan las otras, la de Fernando Pereira y la de Gonzalo Civila?

Antes que nada, creo que estamos ante un avance interesante, más allá de que no fue lo que la Unidad Temática de las Ciudadanas estaba planteando, que era que se incorporara realmente en la elección el tema de la paridad. Si bien la paridad está vista dentro del Congreso y es realmente un compromiso que tenemos, es un trabajo que vamos a estar desarrollando sin lugar a dudas en el próximo equipo de la presidencia del FA. También siento que [mi candidatura] está representando fundamentalmente al movimiento. Esta candidatura tiene dos aristas: surge en el interior, y surge con el apoyo de las mujeres y específicamente de la comisión de asesoramiento de género de Maldonado, y también ha sido sustentada por comités de la zona y varias compañeras y compañeros que no están sectorizados. Esa es una diferencia respecto de cómo se han dado las últimas elecciones, en el caso de la presidencia de Mónica [Xavier] y en el caso de la presidencia de [Javier] Miranda. Si uno mira, fundamentalmente fueron apoyadas por sectores del FA. Esta es una candidatura de una mujer, política, que se abre bastante a aquel o aquella que se sienta comprometido con un proyecto que respete la diversidad que tiene nuestro FA y que mantenga el equilibrio entre sectores y movimiento.

¿Qué respaldos recibió tu candidatura en el Plenario del FA?

El apoyo de nuestra candidatura se dio en la segunda votación. Sin ser dos sectores, que promovieron solamente una candidatura, la de Fernando Pereira (el Partido Comunista y el MPP), el resto sí dio la opción de entre dos y tres candidatos. En esa segunda votación hubo un apoyo y una expresión muy amplia del resto de los sectores que componen el FA. De igual modo sucedió con las departamentales: si no recuerdo mal, de las departamentales del interior, 14 promovieron nuestra candidatura como una segunda opción. Yo tengo una profunda mirada en esta etapa sobre qué estructura precisa el FA para cambiar esta coyuntura política y social. Debemos tener algunas transformaciones.

Te desempeñaste durante varios años como vicepresidenta del FA, ¿cuál es tu diagnóstico sobre los principales problemas de la estructura y qué cambios se precisan?

Yo aprendí muchísimo cuando estuve como vicepresidenta del FA. Mónica nos dio a cada uno de los vicepresidentes una tarea a desarrollar dentro del FA, y a mí me tocó la estructura. Y al tener la estructura, que es la mirada en organización, la mirada en el interior, en finanzas, pude tener una mirada y un análisis para ir viendo dónde teníamos que hacer hincapié. Y bueno, hicimos un fuerte hincapié a nivel nacional, en el interior. Y creo que vamos en el mismo camino de seguir transformando la participación de nuestros comités de base. Para hablar del interior o de los interiores, que son muchos los que tenemos, no podemos diagnosticarlos desde Montevideo. Creo que el hecho de que la comisión de interior se haya sacado como tal y se haya colocado dentro de la comisión de organización le restó la verdadera participación que deben tener los territorios. El interior tuvo debilidades de las que parecería ser que nos dimos cuenta en 2019, pero en realidad eso venía desde antes, de cómo nosotros diseñamos las campañas, la estructura, las finanzas, los locales, desde la mirada del propio territorio. Nosotros tenemos algunas propuestas para ahora: descentralizar; tener mesas en el interior que coordinen en forma regional; estructurar que la Mesa Política, si es nacional, no puede funcionar siempre en Montevideo. Ya existen algunas señales de que empiece a funcionar en el interior. Y esas cosas se tienen que cambiar, porque la gente lo percibe. Donde yo no participo, donde no es valorada mi opinión, donde a veces opinan por mí y me entero tarde, eso debilita la participación; y cuando uno no es tenido en cuenta, te cuesta involucrarte. Entonces, yo creo que eso se tiene que hacer con los propios integrantes del territorio, porque si no volvería a cometer el mismo error: nos juntamos en Colonia y Ejido [la sede del FA], hacemos una propuesta y se la llevamos al interior, todo lo contrario de lo que hay que hacer. Y en eso estamos trabajando. Porque si trabajás regionalmente, es todo mucho más fácil. El esquema de la descentralización, que nuestros gobiernos del FA trabajaron exitosamente desde la OPP [Oficina de Planeamiento y Presupuesto], es un esquema que nosotros tenemos que repetir. Tenemos los municipios a nivel país, no puede ser que la estructura del FA esté ajena a eso. ¿Por qué todo tiene que estar en el centro de un departamento? Tiene que poder haber una correlación organizativa de los municipios con nuestra fuerza política, porque el tema del acercamiento con los vecinos pasa por allí; están sin la comunicación política que deben tener.

Respecto de los comités de base, se ha discutido por un lado su peso en la estructura del FA y por otro lado su agiornamiento. ¿Cuál es tu visión?

Yo creo que esos dos aspectos que tú nombraste nos deben abrir nuestras orejas y nuestros ojos, pues es un llamamiento de que la gente está yendo por otro camino. Está participando, pero quizás no está participando dentro de la estrategia que está definiendo nuestra fuerza política. Y la instancia de la recolección de firmas indudablemente pasó por encima de la estructura, y al pasar por encima de la estructura nos está mostrando que hay un espacio viable, que hay que trabajarlo, porque lo que más queremos es que la gente decida y tome esa participación. No podemos seguir teniendo estructuras duras y cerradas. Es un FA que tiene que ser moderno, que tiene que tener sus puertas abiertas, donde todos tienen algo para aportar, desde los jóvenes a los más veteranos. Y esa estructura a veces es dura, es cierto, pero los militantes de los comités de base, sistemáticamente, cuando hay una coyuntura peligrosa buscan el camino del equilibrio. Y eso es lo que nosotros no podemos perder bajo ningún concepto. Si en el FA, que lo componen sectores y movimientos, nosotros elegimos un camino que no respete ese equilibrio, estamos rompiendo lo que es la constitución histórica de nuestro partido. Y eso hay que cuidarlo. La fuerza política tiene que abrirse a la expresión que estamos escuchando en la calle.

Foto del artículo 'Ivonne Passada: “El Frente Amplio tiene que abrirse”'

Foto: Alessandro Maradei

El FA aprobó la paridad en sus listas a cargos electivos, ¿cómo debería implementarse?

Yo creo que, más allá de la resolución, para que exista la paridad tienen que haber resoluciones políticas en serio. Hoy tenemos sectores que tienen resolución política de la paridad y de la participación de las mujeres y votan hombres. Debemos hacer otra construcción, esto es un cambio cultural. Está todo bárbaro, nos votan los derechos, pero no tenemos las oportunidades. Y si no cambiamos las oportunidades, no va a haber participación, ni de mujeres ni de jóvenes. Y te digo oportunidad en el sentido de tener, por ejemplo, un espacio para las mujeres jóvenes y jefas de hogar que tienen hijos. Han crecido bastante en el ámbito sindical los espacios para que puedan participar las madres que son solas. Pero tenemos el problema en las organizaciones sociales, en una cooperativa de vivienda, en la vida social y en la vida política. En realidad lo que está en juego es compartir el poder, estar en la toma de decisiones, y para eso debemos tener esas oportunidades. Y para los jóvenes, lo mismo. Si queremos que los jóvenes estén en el comité, no presionemos, porque los jóvenes participan de otras formas: en las marchas, en la agenda de derechos; se organizan distinto. Ahora, si cuando se quieren organizar dentro del comité discutimos si les damos o no la llave, ya arrancamos mal.

¿Cómo viste el apoyo de la Liga Federal a tu candidatura?

Tienen un trabajo en el interior que se podrá compartir o no, pero ellos han trabajado, tienen esa concepción federalista de la participación y me parece un adelanto más que interesante que hayan apostado, y lo dicen en su declaración, a la candidatura de una mujer. Y eso me parece que tiene un valor distinto. Se podrá compartir o no algunas acciones, pero creo que están en una etapa de renovación interna. También hay otros grupos que en estas horas está acompañando esta candidatura, agrupaciones departamentales como Izquierda Democrática, que tiene tres ediles en Maldonado, o la 3040. Hay una expresión que quiere ser tenida en cuenta. Acá hay un paraguas, por eso nuestra consigna es “Contigo”. Y la consigna “Contigo” es contigo con los jóvenes, con las mujeres, con Rocha, con Artigas, con la diversidad, con los afrodescendientes.

Cuando mencionabas que se podía compartir o no algunas acciones de la Liga Federal, ¿te referías a algunos episodios en el Parlamento cuando no se respetó la disciplina partidaria?

Sí, todos los sectores hemos tenido nuestras propias contradicciones, y capaz que algunas se ven más o menos por la impronta. Quizás sí existieron temas que podrían haber sido abordados de otra manera. El pensar distinto no puede ser una ruptura de la unidad. Si nosotros no discutimos bajo pensamientos e ideologías diferentes corremos el riesgo de romper el diálogo y el relacionamiento. No debemos perder de vista que somos una coalición y un movimiento. Quizás a veces nos ha faltado más diálogo. En el movimiento sindical, cuando teníamos una mirada distinta, terminábamos hablando en el boliche de la esquina del PIT-CNT. Nos faltaron más conversas de boliche, y hay que volver a eso, es lo que nos están exigiendo nuestros militantes. Parte de esa discusión estuvo en el Congreso. Yo me imagino que el nuevo equipo del FA tiene que trabajar de forma horizontal. Acá no hay Mesías, no hay alguien que venga y diga “yo esto lo voy a arreglar”; esto es un trabajo en equipo, el presidente o presidenta debe ser el primero entre iguales, eso es lo que nos está pidiendo la gente.

No hay que olvidar lo que nos pasó en la última etapa de los gobiernos del FA: la fuerza política perdió sus dirigentes, sus compañeros de mayor relevancia fueron al gobierno y el FA quedó desvestido, y eso no nos puede volver a pasar.

En abril, en entrevista con la diaria, el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, proponía conformar un equipo que acompañara a la presidencia, integrado por referentes. ¿Te parece adecuado?

No, no, no. No es lo mejor para nuestro FA. No hay nada para inventar; sí puede haber para mejorar. Ahora, ¿por qué tenemos que suplir los mecanismos institucionales que tiene nuestra fuerza política? Que hay que modernizarla, no tengo la menor duda. Pero grupos que estén paralelos a la estructura propia le hacen daño a la estructura. Para nada de acuerdo. Todos los compañeros y compañeras tienen el derecho y las oportunidades de estar militando en cualquier estructura del FA. Las unidades temáticas estuvieron trabajando muchísimo en todo este tiempo. En 2023 tenemos un congreso de programa, y si tenemos un compañero militante, académico, es allí donde tiene que ir. Esa es la construcción dentro del marco institucional de nuestra fuerza política. No hay que olvidar lo que nos pasó en la última etapa de los gobiernos del FA: la fuerza política perdió sus dirigentes, sus compañeros de mayor relevancia fueron al gobierno y la fuerza política quedó desvestida, y eso no nos puede volver a pasar. Estamos con el tiempo suficiente para aprontar nuestra estrategia. Tiene que haber un compromiso que para mantener un gobierno del FA tiene que haber una fuerza política fuerte.

Esta semana el FA lanzó un comando de campaña conjunto rumbo a las elecciones de diciembre. ¿Qué implica, y qué peso va a tener la ley de urgente consideración [LUC] en esta campaña?

En realidad, no es que sea conjunto, sino que lo que hay es una coordinación con el FA de los comandos de los candidatos, porque nosotros tenemos dos patines en esta instancia: tenemos la LUC, que es parte de la campaña, y tenemos la campaña del cambio de la estructura. Y hay que pensar muy bien para que la coordinación sea lo más eficaz posible y así poder acompañar en todo el territorio. Hay una demanda muy alta de participación, en el interior fundamentalmente. Hay una base que son las definiciones del Congreso, hay una estrategia que vamos a estar definiendo, no se puede ir muy lejos de eso. Yo creo que lo que te diferencia como presidente o presidenta es dónde vas a hacer el hincapié.

¿Hay coordinación de los tres candidatos sobre el mensaje que se va a dar en torno a la LUC?

Las definiciones son las que ha venido manejando el propio FA. Uno le puede poner la impronta y desarrollarlo a partir del aspecto que más le pueda preocupar, aunque son todos preocupantes. Yo hago hincapié en tres pilares: educación, trabajo, salud y seguridad. Ese es el corazón de las transformaciones.

El alejamiento del MPP

¿Por qué en su momento resolviste alejarte del Movimiento de Participación Popular [MPP]?

Yo voy cumpliendo etapas en mi vida. Estuve en el PIT-CNT; cuando decido hacer política partidaria, dejo el PIT-CNT. Si me preguntás qué partido siento que tengo que tener en estos últimos tiempos, siento que mi partido es el FA. Y tomé la opción, y lo hablé con queridos compañeros que son la referencia principal dentro del MPP, planteando justamente esto. Por eso cuando me proponen lo del municipio CH (la candidatura a la alcaldía), lo primero que planteé fue la necesidad de la unidad. Y fue así, hicimos esa construcción juntos en el territorio. A partir de ese momento, siento que tengo un paraguas más libre si estoy políticamente sin ninguna estructura.

¿Tu alejamiento del sector no fue en términos de ideas o prácticas?

A veces la participación se va desgastando, y al no poder participar muchas veces en tomas de decisiones con las que no estás de acuerdo, y al no poder volcar las ideas, de alguna manera vas tomando esa distancia que se va dando de por sí, pero no por algo en particular. Uno no se va de un lado sólo por un motivo, muchas veces es un cúmulo; en el caso mío lo que más primó fue el tema del FA, desde la vicepresidencia hasta ahora.

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