Hasta el año pasado, la mayoría de las personas que requerían cuidados intensivos en hospitales de Brasil por cuadros de covid-19 tenían más de 60 años. Pero en los últimos meses la situación cambió. Datos de la Asociación de Medicina Intensiva Brasileña indican que en abril, por primera vez, las personas menores de 40 años fueron la mayoría en los CTI: 52%.
El cambio fue progresivo. Hace un año los pacientes de 39 años o menos ocupaban sólo 15% de las camas de cuidados intensivos, pero entre setiembre y noviembre el porcentaje aumentó a 35%.
Un informe de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de marzo afirma que “la pandemia ha ido cobrando nuevas características al afectar a los grupos de edad más jóvenes”, de 30 a 59 años. De acuerdo con los investigadores de Fiocruz, que analizaron datos del Ministerio de Salud del 1º de enero al 13 de marzo, en ese período las infecciones de covid en el país se multiplicaron por cuatro, pero entre las personas de 30 a 39 años y de 50 a 59 se multiplicaron por seis, y entre las de 40 a 49 años, por siete.
Una de las hipótesis de médicos, investigadores y autoridades –aunque no es la única– apunta a que las nuevas variantes del virus pueden generar en los más jóvenes mayor impacto que la variante original. Un informe de Fiocruz realizado en seis estados de Brasil concluyó que más de la mitad de los casos de covid-19 estaban vinculados con “variantes preocupantes” del virus, entre ellas la P1, que fue identificada por primera vez en Manaos –estado de Amazonas–, y las que se detectaron en Reino Unido y Sudáfrica.
Pacientes más jóvenes en Chile y Argentina
Las autoridades sanitarias chilenas también registraron un aumento de los contagios de covid-19 en pacientes más jóvenes. “Enfrentamos una situación difícil [...] Estamos viendo que están ingresando muchos más jóvenes” al CTI, dijo el ministro de Salud Pública de Chile, Enrique Paris. Informó que del total de personas que requirieron cuidados intensivos entre el 4 y el 10 de abril, 71% tenía entre 20 y 59 años, y que también correspondieron a esas edades 70% de los casos positivos de coronavirus detectados en ese período.
También en Argentina hay indicios de una baja en la edad de los casos que llegan a los hospitales. Un artículo del diario La Nación, publicado el jueves, señala que los médicos que atienden casos graves de covid comenzaron a ver estos con más frecuencia en personas menores de 60 e incluso de 40 años. El viceministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, dijo que “el año pasado más de 70% de los casos graves eran mayores de 70, y hoy ya hay más internados entre los menores de 60 que en los de ese grupo de edad”.
Tanto ese periódico como la agencia Télam consultaron al senador Martín Barrionuevo, que se especializó en el seguimiento de la pandemia. Según su análisis de los datos oficiales, las franjas de edad en que más crecieron los casos de covid son la de 40 a 49 años y la de cero a 19. A su vez, los datos del Ministerio de Salud argentino muestran que, en febrero, los casos positivos de coronavirus en niños en edad escolar se mantenían debajo de los 3.800, pero a mediados de marzo aumentaron a 5.000 y en abril alcanzaron los 12.500.
Fenómeno extendido
El aumento de los casos de covid-19 en edades más tempranas se registra también en otras regiones del mundo. En Canadá los contagios han aumentado, “en particular entre los jóvenes de entre 20 y 30 años”, dijo la presidenta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne.
En Estados Unidos, donde la variante británica del SARS-CoV-2 –la B117– se expandió por todo el territorio, también se pudo constatar que ahora la covid-19 afecta con más frecuencia que antes a las personas jóvenes y sanas. Así lo señalan informes publicados por las revistas científicas The Lancet Infectious Diseases y The Lancet Public Health.
También en países de Europa se registra una baja en la edad de los pacientes, e incluso un aumento de casos de covid-19 en los niños. El Instituto Robert Koch, que depende del gobierno alemán y se encarga de controlar y prevenir enfermedades, manifestó que los niños y adolescentes sufren cada vez con más frecuencia versiones severas de covid-19. Según informó la Deutsche Welle, los datos del instituto indican que aumentaron también los casos de consecuencias a largo plazo de esta enfermedad en niños y adolescentes. Una de ellas es el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (SIM), que cuando ocurre aparece semanas después de un contagio asintomático, y presenta síntomas que abarcan desde problemas cardíacos hasta erupciones en la piel. El SIM se atribuye a una reacción del sistema inmunológico, y ocurre muy raras veces; según algunas estimaciones, se presenta en uno de cada mil niños. Pero durante la primera ola de la pandemia, en Alemania, apenas se detectaron unos pocos casos, y desde entonces ya suman 245, según la Sociedad Alemana de Enfermedades Infecciosas Pediátricas.
“Esta enfermedad no es una gripe”, advirtió el titular de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y continuó: “Han muerto personas jóvenes y sanas. Y todavía no comprendemos completamente las consecuencias a largo plazo de la infección para quienes sobreviven”.
¿Por qué este cambio?
La posibilidad de que las nuevas variantes del virus afecten en mayor medida que la original a personas jóvenes es una de las hipótesis con que las autoridades sanitarias, los médicos e investigadores intentan explicar la baja en la edad de los pacientes que llegan a los hospitales. Pero también hay otras, y no son excluyentes.
Una explicación alude a que los más jóvenes pueden estar más expuestos al virus por sus actividades o por tomar menos precauciones para evitar el contagio. Algunos mencionan también que tienden a demorar más en la consulta al médico. “Hemos visto que las personas entre 20 y 59 años no consultan oportunamente al presentar síntomas. Es muy importante consultar a tiempo”, dijo la subsecretaria de Salud Pública de Chile, Paula Daza.
Otra hipótesis alude a que el propio aumento en la circulación del virus amplió la variedad de casos y situaciones que se registran.
Una cuarta explicación alude al efecto de la vacunación. Si bien las vacunas no avanzaron al mismo ritmo en todos los países, es común que la población prioritaria sea la de mayores de 60 años, y podrían estar mostrando los primeros efectos de inmunización en esa franja de edad. En el caso de Chile, uno de los países con mayor proporción de población inmunizada, fueron vacunadas unas siete millones y medio de personas con al menos una dosis, y tres millones de ellas tienen edades que superan los 60 años.
La directora de la OPS dijo que “hoy en día las vacunas están ayudando a cambiar el rumbo de esta pandemia”. Etienne agregó que existen datos primarios de Chile y Brasil que indican que la disminución de casos de hospitalización por covid-19 en las personas mayores se debe a los efectos de la vacunación.