El Comité Ejecutivo del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) sesionó el viernes 14 para pedir una reunión urgente con el directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) por las intimidaciones que han recibido varios médicos tras divulgar en medios de comunicación o en redes sociales condiciones laborales o de atención que denotan carencias de ASSE. Dirigentes del SMU enumeran al menos seis casos de profesionales a los que autoridades de varias unidades ejecutoras les han transmitido su desconformidad por sus comentarios.

Entre esos casos, está el de la presidenta de una sociedad científica, a quien se le inició una investigación administrativa por denunciar las demoras en la atención y la realización de hisopados, y el de Rodrigo Suárez, pediatra que trabaja en el área de reumatología del Pereira Rossell, a quien las autoridades del hospital le comunicaron el 4 de mayo que rescindirían su contrato por haber publicado en febrero, en Twitter, que no había paracetamol.

Hasta la noche de este viernes, el SMU no había recibido respuesta de las autoridades de ASSE. Federico Preve, dirigente del sindicato, dijo a la diaria que después de una semana de plazo, le pedirán al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que convoque a una reunión tripartita. Manifestó preocupación porque los médicos no puedan hacer declaraciones públicas para denunciar las condiciones laborales y dijo que “además de la presión o del avasallamiento de la libertad de expresión, hay una persecución sindical en algunos casos”, porque algunos de los increpados integran núcleos de base del SMU. De acuerdo con Preve, presiones de los directorios de ASSE “hubo siempre”, pero aclaró que no era “una acción sistemática”, como ocurre ahora, cuando diferentes unidades ejecutoras muestran “el mismo modus operandi” de coartar la libertad de expresión.

En la misma línea, 16 sociedades científicas respaldaron ayer la resolución del Comité Ejecutivo del SMU en un comunicado en el que rechazaron las acciones “que menoscaban los derechos fundamentales de las personas en su libre expresión y aún más en el ejercicio de sus derechos gremiales”.

Caso Rodrigo Suárez

Los referentes de la Sociedad Uruguaya de Pediatría le escribieron el jueves una carta a la directora general del Pereira Rossell, María Victoria Lafluf, para pedirle “la revisión y revocación de la decisión” que afecta a Rodrigo Suárez. Lo mismo habían solicitado, el 6 de mayo, la directora de la Cátedra de Reumatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, Mercedes Naviliat, y la presidenta de la Sociedad Uruguaya de Reumatología, Inés Corbacho, quienes explicaron que Suárez es uno de los tres referentes en reumatología pediátrica del país y expresaron su preocupación “por el vacío asistencial y docente que su remoción produciría”.

Suárez había sido contratado por ASSE en noviembre de 2017. De acuerdo con la ley de Rendición de Cuentas de 2010, si a los 18 meses de ocupar el cargo la evaluación es favorable, el funcionario debe ser presupuestado. El proceso de presupuestación se inició recién a fines de 2020.

El 4 de mayo, Álvaro Galiana, director del Hospital Pediátrico, le escribió una carta a Lafluf en la que expresó que “la revisión de las evaluaciones de su desempeño en la policlínica muestra que no ha tenido mayores problemas”, pero mencionó que no contaba con título de reumatología pediátrica, una subespecialidad que no existe en Uruguay. Además de culminar Pediatría, Suárez aprobó el curso de posgrado en Reumatología, pero tiene pendiente entregar la monografía y la prueba final.

En la carta, Galiana expresó que Suárez “ha sido beneficiado de su formación en el Hospital Pereira Rossell” y calificó de “inmadura” la forma en que se expresa en redes sociales. Dijo que en esos mensajes no mostraba “respeto y cariño por la institución”. Calificó de “inaceptable” la actitud de Suárez y le pidió a Lafluf que completara el trámite iniciado por él.

Tanto la Sociedad Uruguaya de Pediatría como la referente de la Cátedra de Reumatología y de la sociedad científica de esa especialidad destacaron la formación de Suárez, su función, “su compromiso y su responsabilidad”.

Consultada por la diaria, Lafluf aclaró que Suárez sigue trabajando en el hospital y se excusó de dar más detalles por las reservas que requiere el procedimiento administrativo.

Nota de edición: La versión original de este artículo expresaba, tal como lo afirmaba la carta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría y de las referentes de Reumatología, que Suárez se había formado en el Servicio de Reumatología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires, pero eso no era asi, según confirmó el propio Suárez a la diaria.