El viernes se cumplió un año de la aprobación del proyecto de eutanasia en la cámara baja, y ese mismo día el diputado del Partido Colorado (PC) Ope Pasquet, impulsor de la iniciativa junto al Frente Amplio (FA), recordó la fecha en su cuenta de la red social X y señaló que “desde entonces” el proyecto está a estudio de la Comisión de Salud Pública del Senado. “Esperamos que el Senado se pronuncie. Por respeto a los que sufren sin esperanza, debe hacerlo”, agregó. Hace un mes, el Comité Ejecutivo Nacional del PC había exhortado a sus senadores a tratar el tema, y para este martes, finalmente, el proyecto de eutanasia figura en el último punto del orden del día de la Comisión de Salud del Senado.
El presidente de la comisión es el senador del FA José Nunes, quien dijo a la diaria que la idea de la oposición –que apoya el proyecto– es que se trate el tema en estas semanas para que la cámara alta lo pueda votar antes de fin de año. Sostuvo que hasta ahora la legalización de la eutanasia no se había tratado en comisión porque, si bien al inicio del año acordaron con el oficialismo que estaba en el tercer lugar entre las prioridades, luego de los proyectos de cuidados paliativos –que ya se aprobó– e “internación compulsiva” de personas en situación de calle, los senadores de la coalición plantearon dar tratamiento a otros dos proyectos.
Blancos y colorados divididos
Dentro del oficialismo las posiciones están divididas, y algunos senadores todavía no tienen una opinión definida sobre el proyecto. En el PC, los senadores Adrián Peña y Raúl Batlle ya afirmaron que están dispuestos a apoyarlo, mientras que Germán Coutinho y Carmen Sanguinetti se pronunciaron en contra.
En las filas del Partido Nacional (PN) es donde hay más incógnitas. Por ejemplo, el senador Sergio Botana dijo a la diaria que todavía no tiene postura sobre la iniciativa y quiere ver cómo sale el proyecto de la comisión para analizarlo. “Va a depender de muchas cosas, voy a estudiarlo con tranquilidad, porque es un tema en el que uno tiene que evitar la tendencia a fanatizarse por una posición”, agregó.
Por su parte, el senador blanco Jorge Gandini dijo a la diaria que tiene una “opinión inicial favorable”, pero que también le parece que “faltan algunas garantías” en el proyecto, y espera que en la reunión de bancada de este lunes se analice el tema.
En el caso del senador del PN Rodrigo Blás, afirmó que ya tuvo contacto con el proyecto en la cámara baja, cuando se aprobó el proyecto –porque el legislador pasó a la cámara alta este año, luego de la salida de Gustavo Penadés–, y dijo que mantiene su posición en contra de la iniciativa, ya que ofrece “un sistema que puede prestarse a abusos”. Dijo que el tema no es la eutanasia sino “cómo está reglamentada”, y agregó que si se plantearan “más limitaciones”, para situaciones “más preestablecidas”, “posiblemente” lo podría apoyar.
En tanto, el senador blanco Sebastián da Silva dijo a la diaria que está en contra del proyecto; de todas maneras, contó que como el diputado Rodrigo Goñi –uno de los acérrimos detractores del proyecto– es su suplente en la cámara alta, “probablemente” el día de la votación en el Senado sea Goñi quien ingrese para argumentar el voto negativo, porque el diputado se lo pidió.
La senadora nacionalista Graciela Bianchi, en tanto, confirmó a la diaria que votará favorablemente.
Domenech, los “plutócratas” y el “neomalthusianismo”
Dentro del oficialismo, en donde hay unanimidad es en Cabildo Abierto (CA), ya que ninguno de sus tres senadores apoyará el proyecto, así como todos sus representantes lo votaron negativamente en la cámara baja. El senador cabildante Guillermo Domenech dijo a la diaria que “de ninguna manera” su partido apoyará la iniciativa porque “es mala la eutanasia y mucho peor el proyecto”, y agregó: “Estamos en contra de la eutanasia porque estamos a favor de la vida, y no nos parece lógico que lo que durante 2000 años se ha considerado un homicidio ahora se lo legalice. Los seres humanos siempre tuvieron, dentro de su libre albedrío, la posibilidad de ponerle fin a su vida, pero ahora se trata de implicar a una tercera persona en la finalización de la vida de otra”, argumentó.
En cuanto al proyecto concreto, Domenech sostiene que la eutanasia se plantea “sin garantías elementales”, ya que, para el senador, “tendría que intervenir la Justicia, alguien que fuera ajeno al tratamiento médico del paciente, que diera garantía de una opinión de un tercero absolutamente independiente, sin ningún interés específico en el tema”.
Domenech sostuvo que la gente que, como él, ha ejercido “la abogacía y el notariado”, sabe “bien” que “muchas veces” la persona que pide la eutanasia “está rodeada de gente que desea heredarlo y que quiere quedarse con sus bienes, porque no siempre los familiares directos actúan honestamente”. Por lo tanto, “ese tipo de decisión tiene que estar rodeada de otras garantías”.
Sobre este punto mencionado por el senador de CA, el literal E del artículo 4 del proyecto establece: “Transcurridos no menos de tres días desde la realización de la última entrevista con el médico actuante, la persona que persista en su voluntad de poner fin a su vida lo declarará y hará constar por escrito ante dos testigos, de los cuales uno, por lo menos, no haya de recibir beneficio económico alguno a causa de la muerte del declarante”.
El segundo artículo de la iniciativa establece que quien puede utilizar el derecho de la eutanasia es “toda persona mayor de edad, psíquicamente apta, que padezca una o más patologías o condiciones de salud crónicas, incurables e irreversibles que menoscaben gravemente su calidad de vida”. En cuanto a esto, Domenech pone en duda “quién dice que una enfermedad es incurable”, ya que “las ciencias médicas son relativas”.
Por último, tomando el mensaje de Pasquet, Domenech dijo que el Senado se tiene que pronunciar “por respeto a la vida, que hoy tiene numerosas asechanzas, desde el aborto a la eutanasia, porque un grupo de plutócratas impulsan políticas de muerte en el mundo”. “Desde 1958, desde centros de poder mundial, se alienta la limitación de la vida humana para reservarle los recursos naturales a una minoría selecta, y el aborto y la eutanasia se encuentran ubicados dentro de esa política. Hay un neomalthusianismo imperante en el mundo que es muy preocupante”, finalizó.