El presidente Luis Lacalle Pou informó en conferencia de prensa este sábado que aceptó las renuncias del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, del subsecretario, Guillermo Maciel, y del asesor en comunicación y estrategia presidencial Roberto Lafluf, cuatro días después de la crisis que se desatara en torno a la entrega del pasaporte uruguayo al narcotraficante Sebastián Marset.
En lugar de Heber asumirá Nicolás Martinelli, hasta ahora director general de Secretaría del Ministerio del Interior; mientras que el cargo de subsecretario será ocupado por Pablo Abdala, quien recientemente había dejado la presidencia del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay para dedicarse a la campaña electoral. Ambos pertenecen al Partido Nacional; Martinelli es de Aire Fresco, sector de Lacalle Pou, y Abdala es del sector creado recientemente D Centro.
Al frente de la cancillería quedará el actual ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, quien a su vez será reemplazado por Elisa Facio, hasta ahora directora general de Secretaría del ministerio. Facio es ingeniera de sistemas en computación y “ha tenido una destacada trayectoria profesional como especialista en ingeniería de software tanto en el ámbito público como privado”, según un currículum divulgado por Presidencia. El presidente no mencionó ningún sucesor para el puesto de Lafluf.
Lacalle Pou señaló que las nuevas autoridades asumirán el próximo lunes y afirmó que “van a acompañarnos en lo que queda de estos 484 días” que restan del período de gobierno, “que, dicho sea de paso, vamos a terminar el último día como el primero, tratando de hacer las cosas que comprometimos a todos los uruguayos”.
Estas tres salidas se suman a la del excanciller Francisco Bustillo, quien presentó su renuncia el miércoles tras la declaración de la exvicecanciller Carolina Ache en Fiscalía. A pesar de las renuncias, reclamadas desde la oposición pero también desde el oficialismo, Lacalle Pou dijo este sábado tener “la íntima convicción” de que tanto Heber y Maciel como Bustillo y Ache “no tienen ninguna responsabilidad legal en el otorgamiento del famoso pasaporte”.
Ache declaró en la fiscalía que Bustillo y Lafluf le pidieron que borrara chats y no entregara a la Justicia pruebas donde consta que Maciel le había advertido que sabían que Marset era un “narco pesado y peligroso”, y que sería “terrible” que le entregaran el pasaporte, lo que finalmente terminó sucediendo. Marset estaba preso en Dubái por falsificación de documento, fue liberado y pudo salir de ese país con el documento uruguayo.
Según Lacalle Pou, “el pasaporte había que darlo” y “no había otra chance”, “fuera narco o fuera cualquier cosa”. Al respecto, el viernes, Bustillo sostuvo en Fiscalía que “si se hubiera sabido que era un narcotraficante peligroso, ahí podría caber el famoso artículo 48 [una situación excepcional], pero nadie sabía”.
El mandatario señaló que actualmente “hay un proceso abierto que llevó a declarar a ministros y subsecretarios”, y expresó que “en breve, ojalá que en breve, vamos a tener una decisión”. Pero, consultado sobre la actuación de los jerarcas que renunciaron, manifestó: “Como presidente de la República, yo tengo la tranquilidad de que actuaron acorde a la ley. ¿Nos gusta que un narco tenga pasaporte? Por supuesto que no, pero esa es la ley vigente”.