Tras una extensa visita a China, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, arribará este sábado por la mañana al país luego de haber firmado 24 acuerdos de diversa índole con su par chino, Xi Jinping. Entre otros temas, se acordó una mayor cooperación en comercio, ganadería, cultura y ciencia y tecnología y, asimismo, se pactó elevar las relaciones a una asociación estratégica integral, lo que permite profundizar el intercambio comercial y en otras áreas. Este paso, para los expertos, es de relevancia, teniendo en cuenta la asociación que se acordó en el gobierno pasado liderado por el frenteamplista Tabaré Vázquez.

Por otra parte, tal como estaba previsto, uno de los puntos principales en la agenda del mandatario uruguayo era avanzar en la posibilidad de un tratado de libre comercio (TLC) con el gigante asiático. Si bien esto no se logró, en los papeles ambos países destacaron la finalización del Estudio Conjunto de Factibilidad y, a su vez, reafirmaron “su disposición a promover la construcción de una asociación de libre comercio”.

Por otro lado, ambas partes aseguraron estar dispuestas a “promover el diálogo” en materia de libre comercio entre el Mercosur y China. Es posible que este punto esté planteado en la próxima cumbre del bloque sudamericano que se llevará adelante el 7 de diciembre en Río de Janeiro, Brasil, que, evidentemente, tendrá los flashes sobre el argentino Alberto Fernández, dado que será su última reunión como presidente por el cambio de mando que se dará en Argentina entre él y Javier Milei, presidente electo, que promete darle un giro a la política exterior apenas asuma el 10 de diciembre.

Desde China, el doctor en Relaciones Internacionales Ignacio Bartesaghi señaló a la diaria que fue un viaje “muy exitoso” y que se dio en el “momento justo”, en el sentido de que ya con los resultados vistos de las elecciones de Argentina “el viaje adquiere mayor importancia”. Entre los tres grandes objetivos que se lograron fue el de la asociación estratégica integral, porque, según dijo, implica que China le otorga a Uruguay una “mayor importancia” y que eso puede “redundar en más comercio, en más inversiones y en más cooperación”. “Es un gran hito”, agregó.

Además, entre los distintos acuerdos alcanzados, valoró que se abran mercados a productos que no eran exportados a China y, por otro lado, citó como logro “importante” que se mencione la relevancia del TLC, que muestra “nuevamente” el interés de China por avanzar en la firma de ese instrumento. Además, indicó que China le otorgó una importancia “más allá” de lo diplomático y que “se notó una sintonía” entre Xi y Lacalle Pou.

“En un contexto regional nuevo como el que nos presenta la victoria de Milei y con una China que también revisa sus relaciones con muchos países de la región, que además se enfrenta a tensiones con Estados Unidos, y que necesita mostrar diferentes estrategias de relacionamiento con diferentes países, a Uruguay se le otorga, me parece, una importancia bien importante”, destacó. En ese sentido, cree que hay grandes posibilidades de aumentar el comercio con China: “Hay que pensar en exportar más alimentos, en intentar exportar servicios”, dijo, y apuntó que Uruguay “hizo lo que tenía que venir a hacer”, que era profundizar su relación con este país.

Gustavo Bittencourt, economista experto en comercio internacional y transnacionalización productiva, dijo en diálogo con la diaria que le parece positivo el cambio de enfoque estratégico, aunque planteó que el gobierno “perdió” tres años en llegar a ese resultado. “Lo siento más positivo que visitas anteriores, que estaban concentradas en un TLC, que no debería ser el centro”, expresó.

El presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, Alfredo Lago, que viajó a China junto con la comitiva, señaló que desean que se avance “o se pueda caminar” hacia un TLC. En cuanto a “si es la base”, dijo que “es parte de la hoja de ruta” y que con esto “avanzamos varios kilómetros en esa ruta; todavía quedan algunos kilómetros por hacerse, pero obviamente que estamos acercándonos a este objetivo del TLC”.

“Desde lo que dependa de China, ellos están mucho más habilitados de poder avanzar rápidamente. Creo que obviamente Uruguay tiene que conciliar los intereses, algunos internos, que me parece que también se están trabajando en paralelo en todo este tiempo, y otros regionales, por ejemplo, cómo podemos gestionar esto dentro del Mercosur. Hablando en término futbolero, me parece que la pelota está en nuestra cancha, tenemos que saber bien cómo patear esa pelota”, apuntó a la diaria.

Por su parte, Marcos Soto, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica (UCU), señaló a la diaria que, en el caso de la cooperación, que en general se da en economías asimétricas como la china y la uruguaya, “no ha sido un flujo donde Uruguay haya aprovechado mucho los fondos cooperantes chinos”. Entre otras cosas, entiende que es porque Uruguay, desde que ha profundizado vínculos con el país asiático, también tuvo un “gran crecimiento económico” que posiblemente haya motivado el interés de los recursos cooperantes de aportarlos a Uruguay.

A su vez, remarcó que el comercio entre ambos países desde que comenzó el siglo tuvo una “evolución exponencial”, dado que, por ejemplo, en 2003 se exportaban casi 98 millones de dólares concentrados en cuero y lana, mientras que los datos del año pasado indicaron que se exportaron unos 2.400 millones de dólares, con “algo más de diversificación” en la oferta. Esto quiere decir que se multiplicó por 30 las exportaciones a China, “incluyendo que en esta ventana temporal ha habido períodos en los que China ha sido nuestro principal socio comercial”.

La baja en exportaciones

El viaje de Lacalle Pou se da en un momento complejo para las exportaciones. Por ejemplo, la licenciada en Ciencia Política Micaela Gorriti citó en una columna de opinión en la diaria un estudio del Instituto de Negocios Internacionales de la UCU, en el que excluye a las zonas francas. Allí se indica que las exportaciones hacia el gigante asiático disminuyeron 46,2% en el primer semestre de 2023 en comparación con el mismo período del año anterior.

Mientras tanto, las importaciones desde China aumentaron 11,1% en el mismo período. La carne, por ejemplo, representó el 68,7% de las exportaciones a ese país en la primera mitad del año, aunque cayó 39,9% si se lo compara con el mismo período del año pasado.

Por otro lado, la Unión de Exportadores señaló en un informe de octubre de 2023 que las solicitudes de exportación de bienes acumularon un descenso de 18,9% en los últimos diez meses, principalmente por una baja en la demanda china de carne, soja y madera.

China compró menos carne y soja por dos razones. En el caso de la soja, la sequía provocó que Uruguay no tuviera productos para vender, por tanto se registró un problema de oferta. Y en el caso de la carne, no hubo demanda de China. “Entiendo que es porque se han habilitado otras plantas también en la región de calidad similar y con las que a Uruguay se le complica competir, por ejemplo, las carnes que van desde Brasil. Entonces entiendo que ha habido un vuelco del mercado chino a intensificar compras de carne brasileña”, añadió Soto.

Bittencourt, en tanto, indicó que en el vínculo comercial debe haber una mayor diversificación de oferta para ese país. “Hay una restricción de la oferta primaria –por la sequía–. Tenemos la expectativa de que el comercio con China va a crecer de manera sostenida y esto no tiene por qué ser así. Hay cosas en las que no podemos crecer mucho más por restricción de oferta, no nos da la tierra para producir más, la productividad tampoco puede crecer más en algunos rubros. La clave, a largo plazo, es diversificar la oferta de productos que se vendan a China y salir de lo que depende muy intensivamente de la tierra”, indicó.

Por último, Soto planteó que “si bien vendemos más productos que antes” –se vendía, básicamente, cuero y lana–, actualmente el negocio se concentra en la carne bovina, la soja y en los productos derivados de la madera y la leche en polvo. Por lo tanto, “si bien es una canasta más linda, más interesante que antes, todavía es una canasta limitada”.