La apuesta del gobierno de enfocarse en la primera infancia una vez culminada la emergencia sanitaria por la pandemia parece quedar lejos. Fue a mediados de 2021 cuando la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, anunció que en el proyecto de Rendición de Cuentas se iba a “priorizar a los niños entre 0 y 3 años”. “En este tiempo de esta nueva administración, hemos apoyado a través del Fondo Coronavirus a los niños que estaban en situación de mayor vulnerabilidad, pero lo que uno percibe es que hay vulnerabilidades que van más allá de lo coyuntural de la pandemia, que son temas estructurales, que son temas de fondo. Eso es lo que hoy estamos abordando con este programa de primera infancia que incorporamos de forma estructural al presupuesto nacional”, había informado en aquel entonces.
Sin embargo, la ampliación de coberturas de primera infancia se encuentra “paralizada”, informó la directora del INAU por el Frente Amplio, Natalia Argenzio, dado que existen nuevos edificios vacíos sin poder brindar atención, además de CAIF construidos y salas móviles nuevas que no tendrán presupuesto para recibir niños y niñas. Asimismo, buena parte de los compromisos presupuestales quedarán para la próxima administración, por lo que se limitará la capacidad de acción. “Esto implica una alarma”, señaló Argenzio, en diálogo con la diaria.
Las autoridades del organismo se encuentran en negociaciones con el equipo económico del Poder Ejecutivo para dar cumplimiento a la necesidad de cobertura del presupuesto que se necesita. Aldo Velázquez, vicepresidente del INAU, dijo a la diaria que se había definido un presupuesto para los tres años, pero que el dinero de este año no fue votado en la Rendición de Cuentas.
Señaló que lo que está ahora en discusión “es cuánto presupuesto van a ganar y algún cambio seguramente en el plan”. “Lo que yo veo es que ahora desde Economía y la Agencia de Monitoreo y Evaluación de Políticas Públicas coinciden en alguna de las cosas que yo he dicho en estos años, de que hay que mejorar la gestión, de que hay baja asistencia a los CAIF, de que hay que mejorar esa gestión, no sólo construir, sino que eso también implica mejoras, aumentar la asistencia”.
Velázquez afirmó que no hay falta de presupuesto, “sino una definición de cuánto presupuesto vamos a tener, y nosotros como directorio estamos siendo muy cautelosos en empezar a abrir nuevos centros, hasta no tener eso claro”. De todos modos, dijo que se van a abrir porque “ya es un compromiso”: “Lo que uno construye después lo tiene que utilizar, no sabemos si ya, inmediatamente”.
Lo establecido
En la Rendición de Cuentas de 2021 se asignaron 50 millones de dólares para 2022 y 2023, que se distribuían en varios organismos; en ese marco, al INAU le correspondió 789 millones de pesos para el primer año y 1.209 millones para el siguiente.
Según consta en una resolución del INAU de 2021, que contó con la abstención de Velázquez, el organismo se puso como meta cubrir a un tercio de los niños de 0 a 3 años, así como mejoras de atención para el resto de los Centros de Primera Infancia que funcionan en la órbita de INAU.
En ese marco, consideraron “necesario” igualar el nivel de atención de niños de 0 a 3 años del primer quintil de ingresos, al nivel de atención del tercer quintil de ingresos, “lo cual implica incrementar la atención de aproximadamente 2.000 niños de cero año y otros 5.000 para las edades de 1, 2 y 3 años, alcanzando la incorporación de 17.000 niños”. No obstante, en 2022 y 2023 la cobertura se amplió sólo a 2.894 niñas y niños y se modificaron las metas de cobertura, algo que difiere a lo informado por las autoridades del oficialismo, expresó Argenzio.
Para 2022, en tanto, en la Rendición de Cuentas se asignaron al INAU unos 400 millones de pesos anuales, cuando “la necesidad” es de 2.604 millones de pesos para el año próximo y para 2025 de 2.280 millones de pesos. “Son para terminar las construcciones, alquileres, puesta en funcionamiento de los centros que se prometieron y que están en lo que fue el anuncio del Poder Ejecutivo en 2021 en la Rendición de Cuentas, que era dar cobertura a 17.500 de los 32.000 niños y niñas que se encontraban en el quintil 1 y el quintil 2 de ingresos de hogares, o sea, más bajos”, consideró, por lo que incumple la resolución del propio organismo.
Para alcanzar la atención de esos 17.000 niños y niñas de 0 a 3 años, la falta de presupuesto asciende a 4.000 millones de pesos, lo que equivale a casi 100 millones de dólares. Según señaló la directora por la oposición, que no se haya otorgado ese presupuesto implica que al día de hoy haya 13 CAIF que están finalizados, pero sin poder proceder a la atención de niños. Además, se sumaron 41 salas móviles que “también se encuentran vacías”.
“El costo de infraestructura fue de 554 millones de pesos. Lamentablemente está el edificio, pero, por otro lado, tenemos la necesidad de atención de niñas y niños que no están pudiendo ser atendidos porque no hay presupuesto para el funcionamiento de estos centros. No se puede contratar a las organizaciones de la sociedad civil para que lleven adelante el funcionamiento”, criticó.
De acuerdo a la jerarca, insiste desde hace un mes con el incumplimiento porque hay otras obras en construcción y “muchos llamados” ya finalizados para proceder a la atención, puesto que la ampliación de cobertura del Plan CAIF “no era solamente con la construcción de edificios o nuevos cupos”.
“Propuse ampliar cupos a ocho horas de atención en el marco de avanzar en el sistema de cuidados y propuse también incorporar duplas de atención en aquellos territorios de mayor vulnerabilidad, así como ampliar los CAIF en las zonas rurales”, apuntó, y agregó que el Estado tiene que estar “presente”.
“Si no hay concurrencia, si hay inasistencia por el aumento, el incremento de la violencia comunitaria, el Estado tiene que salir, tiene que llegar a las familias y tiene que brindar protección. Eso hoy está sobre la mesa de directorio, donde hay más de 47 expedientes que estarían para proceder a homologar llamados que se realizaron, ampliar cupos de atención en aquellos CAIF que no necesitaban construcción, pero que tenían disponibilidad de ampliar sus cupos en los edificios y también todo eso está trancado”, fustigó.
La afectación a las infancias
La directora del INAU por el FA señaló que este incumplimiento “afecta muchísimo” a las infancias, porque “no se prioriza lo que implica realmente proteger a las infancias y a las adolescencias, como también generar oportunidades”. “Tiene un impacto muy muy negativo en el desarrollo de estas infancias y adolescencias. Una vez que se identificaron las necesidades, se tiene que proceder a brindar atención, a brindar cobertura, acompañar estas trayectorias de vida, estas familias, para fortalecer las capacidades de cuidado, porque de lo contrario la falta de oportunidades, los déficits socioeducativos, la falta de acceso a la cultura, repercute negativamente en el desarrollo de las niñas y niños uruguayos”, expresó.
Señaló que cuando se ve el “impacto” de las violencias en las situaciones de los adolescentes que transitan por el sistema de protección, cuando llegan a los 18 años, se genera un egreso “sin una propuesta real que implique una inserción social”: “Son adolescentes que no tienen oportunidades, o sea, no se les generan oportunidades y esto generó una repercusión brutal en el coeficiente intelectual. Esto repercute en el desarrollo cognitivo, en la capacidad de poder luego generar propuestas al mercado formal y obtener mejores ingresos para tener una mejor calidad de vida”.