El último ajuste mensual de los precios de los combustibles determinó, según un análisis de la consultora SEG Ingeniería, que la nafta en Uruguay tenga “el precio más alto de la región” y que el gasoil se posicione como el segundo más caro en América Latina, sólo superado por México. En lo que va del gobierno de Luis Lacalle Pou, la nafta Súper 95 aumentó 39% y el gasoil 50S, 36%, mientras que, por ejemplo, en el último gobierno de Tabaré Vázquez ambos combustibles aumentaron 35% y 7% respectivamente.

El precio del gasoil estuvo presente el viernes en la inauguración de la cosecha del arroz en Tacuarembó. En su discurso, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, le recomendó a la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) “no ceder” en el planteo de la desmonopolización de Ancap. “Yo nunca arrié esa bandera”, afirmó el mandatario, si bien admitió no haber tenido “el poder de convicción sobre los que en algún momento podían acompañar” la desregulación. En diálogo con la diaria, Alfredo Lago, presidente de la ACA, valoró que Lacalle Pou los “siga alentando”, pero sostuvo que “hay mucho más trabajo por hacer en la interna de su propio partido”, en referencia al Partido Nacional (PN).

En el programa de gobierno de Lacalle Pou se proponía avanzar en la “desregulación de la importación, distribución y comercialización de combustible, liberándola gradualmente a la competencia”. Aunque esto después no formó parte del “Compromiso por el País” que el PN firmó con el resto de la coalición, el Poder Ejecutivo sí lo incluyó en el proyecto de la ley de urgente consideración (LUC). Allí el planteo de la liberalización de los combustibles fue resistido por Cabildo Abierto (CA) y un sector del Partido Colorado (PC), y quedó por el camino. “Fue la primera moneda de cambio”, señaló Lago.

“Aparentemente hay una corriente en la coalición de gobierno que está de acuerdo con la desmonopolización, pero no ha habido acción ninguna”, subrayó Lago, y afirmó que la desregulación implicaría una mayor competencia y precios al público más bajos, lo que “es bueno para la producción, el transporte y el que hoy está paseando con su familia, [así] como también es bueno para la generación de los precios de la canasta básica”. Lago puntualizó que la ACA no propone “cerrar Ancap”, ni tampoco que forzosamente haya una disminución de la carga tributaria. “En el precio del litro de combustible hay una carga impositiva importante, pero no es diferente a la de otros países. Si se puede bajar, bien, pero nosotros entendemos que Uruguay necesita esos impuestos”, expresó.

El Partido Nacional insistirá en el próximo gobierno

“Nosotros seguiremos en la pelea por romper el monopolio de Ancap. Vamos a hacer lo imposible para que también esté en el programa de gobierno de Álvaro Delgado”, manifestó en X el senador suplente del PN Sebastián da Silva, en el marco de la inauguración de la cosecha del arroz. Da Silva dijo a la diaria que en Uruguay existe “un atraso eterno” en cuanto a “sacralizar los monopolios públicos”, y afirmó que el PN pretende “mantener la discusión” en la campaña electoral, dado que la desmonopolización de Ancap sería “una mejora sustantiva para la competitividad uruguaya”. “Nosotros creemos que vamos a ser gobierno, [así que] vamos a esperar la nueva composición parlamentaria y vamos a tratar de impulsarlo”, resaltó.

Quien ya ratificó su rechazo a la liberalización del mercado fue el líder de CA, el senador Guido Manini Ríos. Por medio de X, el senador advirtió que esto implicaría reemplazar “el monopolio de Ancap por uno privado” y señaló que, “si al combustible importado se le suman los impuestos actuales, el precio [al público] no variará mucho”. Actualmente la carga impositiva de la nafta supone 45% del precio en el surtidor, y en el caso del gasoil, 28%.

Lago cuestionó a Manini Ríos por “decir que es cambiar un monopolio público por uno privado”. “Ni ocho ni 80, entre ocho y 80 hay 72 números más”, graficó, y sostuvo que “la competencia lo que no permite es justamente eso”: una concentración. El presidente de la ACA mencionó casos anteriores de desregulación de empresas públicas, como Antel y el Banco de Seguros del Estado, y aseguró que “la falta de competencia termina siendo perjudicial para el consumidor”.

A favor de una “desmonopolización inteligente”

En conversación con la diaria, José Luis Alonso, exdirector de Ancap por CA y actual asesor del precandidato del PC Robert Silva, afirmó que actualmente, en un escenario de competencia “real y leal”, “nadie puede traer combustibles refinados a menor precio de los que entrega Ancap a la salida de la planta de refinería”. En ese sentido, Alonso señaló que para bajar el precio de los combustibles hay dos opciones: por un lado, revisar los costos de la distribución, en donde hay “poco para recortar”, y, por otro, quitar impuestos, los que “necesariamente debieran compensarse subiendo otros impuestos o bajando el costo del aparato estatal”.

A título personal, dijo estar a favor de una “desmonopolización inteligente” de Ancap, es decir, que la empresa estatal compita con privados “en igualdad de condiciones”. Esto supondría, entre otras cosas, “no hacerse cargo de subvenciones”, como la que otorga a la producción de caña de azúcar en Bella Unión, que Ancap “pueda optar entre exportar o el consumo interno” y que, además, se establezca que “quien compita en plaza también esté obligado a un flujo constante para que no ponga en riesgo el abastecimiento del país”.

“Pretender bajar los precios de los combustibles con el solo acto 'mágico' de desmonopolizar de manera irrestricta es una utopía propia de quienes no conocen en profundidad el manejo político y económico sobre el tema de los combustibles en Uruguay”, sentenció Alonso.