Con la convocatoria de Colectivo Memorias de Malvín Norte y de la Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria, este sábado se instaló en la actual Escuela Técnica de UTU una placa recordatoria en el sitio de memoria Ex Instituto Álvarez Cortés, lugar donde funcionó desde 1968 a 1973 un centro de reclusión para detenidos políticos adolescentes.
De las principales autoridades de ANEP o Codicen, sólo el consejero docente Julián Mazzoni asistió al acto. Juan Pereyra, director general de UTU, quien había planteado que la inscripción en la placa “no trasluce la realidad histórica tal cual es” y tiene “términos bastante fuertes para estar dentro de un centro educativo”, tampoco asistió.
- Leé más sobre esto: Codicen ratificó colocación de placa de la memoria en Escuela Técnica de Malvín Norte y director general de UTU amenazó con renunciar
Participaron en la ceremonia ex presos políticos, integrantes de la Red Nacional de Sitios de Memoria, exfuncionarios del INAU, vecinos y allegados a la zona, así como el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), el dirigente del PIT-CNT Sergio Sommaruga, el exsenador Daniel Olesker y el senador del Frente Amplio José Nunes.
Mario Mujica, representante del colectivo de ex presos políticos durante la adolescencia, en su oratoria saludó a algunos presentes que estuvieron detenidos en ese lugar, “pero no por razones políticas”, y señaló que ese sitio, antes de 1968, “era un depósito de los niños que la sociedad no quería ver”.
Uno de los momentos más emotivos del acto fue cuando Mujica dio lectura de los nombres y apellidos de 16 personas que estuvieron detenidas en Álvarez Cortés y que ya fallecieron. Al mencionar a cada una de ellas, los presentes contestaron con un “presente”, al igual que sucede en la Marcha del Silencio.
“Fuimos unos 200 los que por aquí pasamos, aunque bien podríamos haber sido miles, porque la juventud y el movimiento estudiantil jugó un papel clave en la resistencia al fascismo. Claro está, se resistía como corresponde. Se levantaba la voz, se reclamaban libertades y autonomía, y se peleaba contra la suba del boleto. Y por eso fuimos procesados por jueces de menores o militares, y sin proceso. Varios sin causa alguna, procedentes de distintos centros de detención. Acá nos integramos a los que habitaban esta cárcel. Era un mundo diferente del que veníamos, pero del que aprendimos y nos marcó la vida para siempre”, recordó Mujica.
“Aquellos que quieren negar el pasado y taparlo con un dedo tienen que retroceder”
Posteriormente, ante los medios de comunicación, Mujica dijo que “es una gran emoción haber logrado” colocar la placa en el ex Álvarez Cortés, “porque tuvimos que sortear una serie de obstáculos puestos por la Dirección General de Educación Técnica Profesional. Primero, burocráticos, y después netamente político-ideológicos, expresados desde la dirección general de la UTU, en el sentido de que esta placa podría, por su texto, estar faltando a la verdad en lo que refiere el pasado reciente”.
“Lo decimos claramente: este es un sitio de memoria, ha sido documentado. Tenemos decenas de testimonios de jóvenes que pasamos por acá y que lo único que decimos para que se tome como mensaje también para otras autoridades es que cuando la verdad aparece, aquellos que quieren negar el pasado y taparlo con un dedo tienen que retroceder”, dijo Mujica.
Además, indicó que “nos plegamos a la solicitud que hacen Afutu y Crysol, la asociación de ex presos políticos, en el sentido de exigir la renuncia del director general, Juan Pereyra. No por lo que nos hizo a nosotros en cuanto a entorpecer la colocación de la placa. No es por eso. Es porque pensamos y estamos convencidos de que no puede ser que un jerarca de ese nivel, que maneja una parte importantísima de la enseñanza del sistema educativo, exprese un pensamiento de este tipo en el siglo XXI, en 2024, en el mes de la memoria. Nos parece completamente inadecuado para la enseñanza y para los estudiantes”.
Sobre la posición de Pereyra, Mujica recordó que este puso en duda en sus redes sociales que el Álvarez Cortés “fue realmente una cárcel durante la dictadura, y el autoritarismo anterior, cosa que está plenamente probada”. Y criticó que el jerarca “trató de evitar que los niños y adolescentes que vienen a este centro de estudios tomaran contacto con lo que fue el pasado reciente, como si eso fuera una enfermedad o una infección. Eso es fruto de un pensamiento retrógrado, y la actual actitud de mantenerse sin disculparse lo pone en una situación bastante complicada. Ya le solicitaron en el Codicen la renuncia por parte del representante de los docentes, y la señora presidenta del organismo decidió mantenerlo”.
“Hubo que insistir que simplemente se cumpliera con la ley”
Por su parte, el integrante de la Red Nacional de Sitios de Memoria Joaquín Berriel dijo en rueda de prensa que para alcanzar la instalación de la placa “hubo que recurrir a estas instancias que se tenían que haber dado en tiempo y forma, y hubo que insistir que simplemente se cumpliera con la ley”.
“Creemos que de parte de las autoridades de Codicen no se mantuvo la firmeza correspondiente que nosotros consideramos que tendría que haber existido, sobre todo en aplicar las sanciones que están previstas, incluso hasta contemplar la destitución [de Pereyra]. Nos parecía que era bastante razonable”, dijo.
En esa línea, señaló que en la instancia de coordinación del acto con representantes de la Dirección de Educación Técnico Profesional no estuvo Pereyra, y que “en ningún momento él se comunicó con el colectivo ni con la Comisión Nacional para abrir una instancia de diálogo directa”. En esa instancia, que tuvo lugar el lunes 13 de mayo, se resolvió que la placa sería colocada este sábado, y en representación de Pereyra asistió otra persona.
Berriel sostuvo que “bajo ningún concepto íbamos a permitir que el director general impusiera su visión al respecto. Él no quería retirar específicamente nada de la placa, sino que lo que quería y decía que había que especificar es que desde 1968 a 1973 no existía el concepto de terrorismo de Estado, lo cual para nosotros es fundamental que aparezca, y que además está previsto en la ley, que especifica perfectamente dos períodos de 1968-1973 y 1973-1985”.
“La memoria nos abraza”
Minutos después de que la placa fuera descubierta, las representantes del Núcleo de Base de Malvín Norte y la Comisión Nacional de Asuntos Sociales y Derechos Humanos de la Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo del Uruguay (Afutu), Giovanna Ribeiro y Romina Robatto, dieron lectura a un mensaje, en el cual se destacaba la importancia y vigencia de la placa instalada.
Además, apuntaron en su discurso contra la postura del director general de UTU. “No podemos dejar de mencionar el profundo repudio que nos genera el director general, Juan Pereyra”. Y continuó en medio de los aplausos: “Pretende amedrentar y callar el grito de las resistencias. Dicho sea de paso, muy fiel a su estilo autoritario. Tampoco vamos a dejar de exigir la destitución inmediata de su cargo. Desde nuestro lugar elegimos no ceder y le ganamos la pulseada. Esto no hubiera sido posible sin la lucha organizada de las trabajadoras y los trabajadores”.
“Nunca más terrorismo de Estado tiene para las trabajadoras y trabajadores de la educación pública un gran desafió por delante, con una reforma educativa que arremete e intenta modificar los relatos históricos. La realidad no necesita de teorías para sostenerse cuando la memoria nos abraza, y cuando no estamos dispuestos a olvidar”, concluyeron desde Afutu.