“Hay que emparejar para arriba, y acá todos emparejan para abajo; si un equipo debe cuatro meses y el otro tres, el que debe tres se cree que está bien, y no es así”.
El Estrella Roja fue como una marca que arrastró los años, y la ligazón con el arte expresa en los estatutos escritos por Rimet se aplica hasta los tiempos que corren