Las diferencias entre la Asociación de Funcionarios de la Jefatura de Policía de Maldonado (Sipolma) y el jefe de Policía de Maldonado, Julio Pioli, se hicieron públicas en marzo de este año. Desde ahí, el sindicato policial hizo múltiples pedidos de remoción de la jerarquía máxima de Maldonado.

Las denuncias comenzaron en marzo, cuando denunciaron que en la Policía están en uso miles de chalecos antibalas vencidos. Sipolma denunció que la “excesiva cantidad de chalecos antibalas vencidos” que estaban en uso en Maldonado ponía en riesgo la vida de los policías. Por esto, el sindicato policial presentó una denuncia ante la Institución Nacional de Derechos Humanos, que concluyó que el Ministerio del Interior puso en peligro la vida de policías al mantener en uso y no reponer los 15.000 chalecos antibalas que vencieron en 2020.

En abril volvieron a plantear que el jefe de Policía de Maldonado puso en riesgo a los funcionarios en un procedimiento para disuadir aglomeración de la “caravana de la verdad”. Plantearon que Pioli actuó de forma “intempestiva” y que no contó con las medidas de seguridad y prevención necesarias para actuar ante una aglomeración. Dijeron que “se puso en riesgo la integridad física de los funcionarios policiales actuantes” y que se “puso en riesgo el local de la Seccional 1ª", ya que “podría haber sido violentada por los manifestantes”.

En junio reiteraron el pedido de remoción tras conocerse el involucramiento delictivo del excoordinador de la Jefatura de Policía de Maldonado. Sipolma acusó a Pioli de “saber acerca de la investigación” de su excoordinador y “nombrarlo igual”. El policía resultó condenado a 24 meses de prisión por múltiples delitos.

También en junio pidieron la remoción de Pioli tras denunciar que funcionarios de la jefatura tuvieron que hacer traslados de personas con covid-19 en móviles policiales porque había faltante de ambulancias en el Hospital Elbio Rivero de Maldonado. Según afirmaron, Pioli “ponía en riesgo a sus trabajadores”.

A mediados de noviembre pidieron la remoción luego de que un policía que se disparó por accidente en una pierna en un entrenamiento siguiera trabajando. Denunciaron la falta de asistencia para el policía y de una investigación administrativa que determine cómo fue el accidente. En esa instancia también plantearon “presuntas irregularidades” respecto al nombramiento de policías.

La semana pasada insistieron con el pedido de remoción de Pioli después de denunciar que un hombre que cumple medidas cautelares por violencia de género ingresó a la Escuela de Policía de Maldonado. El hombre había agredido a su expareja, que estaba embarazada. La mujer perdió el embarazo. Al ser denunciado, por el decreto 111/015, el hombre no puede tener arma de reglamento. A pesar de estos hechos, fue convocado para comenzar los cursos de formación policial. Sipolma asegura que en este caso el jefe de Policía de Maldonado “no actuó en consecuencia”.

Este martes fue recapturado un hombre que se había fugado de la Unidad 13 Las Rosas, cárcel de Maldonado. El hombre, estando fugado, amenazaba a su expareja y tomaba mate cerca de la Seccional 6ª del departamento. Heber dijo que la situación era “inadmisible” y que el hombre “anda pavoneándose de su impunidad”, lo que representa un “insulto y una cachetada a la Policía y a todos nosotros”. También señaló: “no puede pasar lo que está pasando en la [Seccional] 6ª”. El ministro dijo que se comunicó con Pioli, quien le aseguró que iba a “poner todo su empeño” para que el hombre que se escapó de Las Rosas fuera detenido, lo cual finalmente pasó. A pesar de este hecho, Heber dijo que respalda la gestión de Pioli: “El respaldo está dado en base al apoyo político, moral y jurídico y a los resultados”, más allá de que en enero se hará una evaluación de todos los jefes de Policía para definir su continuidad.

A partir de este hecho, Sipolma reiteró el pedido de remoción de Pioli: los dirigentes plantean que se hicieron traslados que pretenden simular un “castigo” pero son un premio, ya que fueron derivados “a las mejores seccionales del departamento”. En este sentido, plantearon que “con respecto a las medidas administrativas tomadas por la Jefatura de Policía de Maldonado, vemos que se trasladaron a todos los responsables de la Seccional 6ª de Maldonado, aparentemente como señal ejemplarizante​".​ Pero señalan que Sipolma “nuevamente observa que el Comando de la Jefatura de Policía de Maldonado deja mucho que desear en cuanto a dicha ​‘medida’, ya que se traslada a todos los responsables de dicha seccional a las mejores seccionales del departamento, a modo de ejemplo: Seccional 12ª de La Barra y Seccional 10ª de Punta del Este.

Además, dicen que “lo más grave” es que “uno de los oficiales tuvo, o tiene, medidas cautelares por violencia doméstica, ya que en reiteradas oportunidades agredió a su expareja”. “Hoy es premiado trasladándolo a la Seccional 10ª de Punta del Este”, lamentan.

Sipolma reitera el pedido de remoción de Pioli porque entiende que “el jefe de Policía de Maldonado es responsable de la mala administración de los recursos humanos, no teniendo claro qué hacer con todo este personal que tiene antecedentes por violencia doméstica”. En este sentido, plantean: “Vemos nuevamente la falta de respuesta por parte de dicho jefe ante tal situación”. Dicen que “no es admisible la pasividad del jefe de Policía de Maldonado ante la grave situación”, que “no actúa en consecuencia, omite tomar decisiones que mejoren la institución policial”, y envía “señales claras de que el funcionario que hace las cosas mal es premiado, y no todo lo contrario”.

También exigieron la destitución del director de la Policía Nacional

Durante esta gestión hubo ocho sustituciones en las 19 jefaturas de Policía designadas por el gobierno. Ante los “constantes” cambios de jefes de Policía, Sipolma pidió la remoción de Diego Fernández, director de la Policía Nacional. Para el gremio policial fernandino, Fernández ha “fracasado de forma inexcusable demostrando que es improvisado en la seguridad pública”. Reclamaron que la Policía sea liderada “por las nuevas generaciones” y no por “retirados nostálgicos que han reinstalado las viejas prácticas y costumbres que tanto daño han hecho”.

Según anunció Luis Alberto Heber, ministro del Interior, en enero se evaluará el desempeño de los jefes de Policía de todo el país: “Acá los jefes tienen que tener resultados”, afirmó. “Para nosotros es tan importante lo que damos como lo que exigimos. Entonces, no es un tema de personas, ni de afectos, sino de resultados efectivos de la lucha contra el delito. Los jefes son cargos de confianza y, en función de eso, deben ser exigidos por parte del ministro, porque si yo mañana no cumplo, tengo que salir. Lo mismo vale para todos los cargos”, planteó.