Iris Baldi, de 84 años, fue asesinada por su nieto en su casa, ubicada en las inmediaciones de Cerrito y Leandro Gómez, en la capital departamental de Paysandú. El responsable fue su nieto, de iniciales FEM, de 24 años.
El hecho ocurrió ayer. El hijo y la nuera de la mujer asesinada la encontraron en su casa. La mujer fue golpeada y tenía heridas de arma blanca en el tórax.
Fue imputado por la Fiscalía. La fiscal Carolina Martínez impuso una medida cautelar de prisión preventiva por 180 días mientras continúa la investigación. Luego de matarla, se llevó su auto. Horas después lo encontraron en la casa de un amigo con el auto. Fue detenido y reconoció el delito.
Existen distintos tipos de femicidios. Según la investigación “Femicidios en Uruguay. Categorización y homogeneización”, del Ministerio del Interior y el Instituto Nacional de las Mujeres, 5% de los femicidios entre 2012 y 2018 fueron “femicidios familiares”. Se determina de ese modo cuando el asesinato de una mujer se da en una relación de parentesco entre la víctima y el femicida. El parentesco puede ser de consanguinidad, afinidad o adopción.
En lo que va de 2021 hubo 19 femicidios, tres más que en todo 2020
El primer femicidio de 2021 fue el de Carolina Escudero. Su expareja se suicidó luego de matarla y presentar una denuncia por su “desaparición”. Tenían un hijo de tres años.
El segundo femicidio fue en Cerro Largo. Un hombre asesinó a su pareja y luego se mató. Tenían un hijo de cinco años, que estaba en el lugar del hecho.
El tercer femicidio fue el de una mujer asesinada en la vía pública en La Unión por su pareja, que luego se suicidó. Tenían un hijo de cinco años.
El cuarto femicidio fue el de una mujer de 43 años que trabajaba como guardia de seguridad y fue asesinada por su expareja, de 45 años, en la vía pública en Sauce, Canelones. El hombre también se suicidó después de matarla.
El quinto femicidio ocurrió en Casavalle. Una mujer de 31 años fue asesinada por su pareja, de 40 años, en la casa que compartían. El hombre intentó matarse, pero no pudo y se entregó a la Policía horas después.
El sexto femicidio fue en Tacuarembó, donde un hombre de 89 años apuñaló en su casa a una mujer de 29 años y luego se suicidó.
El séptimo femicidio también ocurrió en Tacuarembó: una mujer de 60 años fue asesinada por su pareja, de 66 años, que luego se quitó la vida.
El octavo femicidio fue en Malvín Norte, en Montevideo. Una mujer de 37 años fue apuñalada por su pareja, de 34 años, que fue quien alertó a la Policía y se entregó luego del ataque.
El noveno femicidio ocurrió en Cerro Largo. Una mujer fue prendida fuego y falleció tras semanas de agonía. Antes de perder la conciencia acusó a su pareja, un estanciero, que fue liberado por falta de pruebas.
El décimo femicidio fue en Young, Río Negro, donde una mujer fue asesinada por su expareja, que intentó suicidarse después.
El undécimo femicidio fue el de Soraya Castro, de 51 años, en Ciudad de la Costa, Canelones. La mujer recibió un impacto de bala en la cabeza el 30 de junio. Su pareja, de 62 años, fue imputado por homicidio muy especialmente agravado por femicidio, después de plantear distintas versiones sobre lo que había sucedido.
El duodécimo femicidio fue el de Eliana Fernández, de 18 años, asesinada por su expareja el 30 de junio en Tacuarembó, en presencia de la hija de ambos, de seis meses. El femicida, de 22 años, tenía una orden de restricción de acercamiento, después de que ella lo denunciara ante la Justicia por violencia doméstica en mayo. No tenía tobillera electrónica. Tras atacarla, intentó suicidarse. Fue detenido e imputado por homicidio muy especialmente agravado por femicidio.
El decimotercer femicidio fue en Artigas. Yamila Soledad Macuso, de 38 años, fue asesinada por su pareja. Días antes la mujer había solicitado que le retiraran la custodia que tenía para protegerla de su agresor. El femicida, Astrugildo Saldaña, de 49 años, permaneció semanas prófugo. Cuando lo encontró la Policía, se mató.
El decimocuarto femicidio fue en Paysandú. Una adolescente de 16 años fue asesinada por su exnovio, de 21 años, que se suicidó después de matarla. Se habían separado ese día.
El decimoquinto femicidio fue protagonizado por un adolescente de 17 años que mató a puñaladas a su novia de 18 años en Paysandú. Fue privado de libertad en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente y la Fiscalía pidió la pena máxima para adolescentes: diez años.
El decimosexto caso fue en Tacuarembó. Se investiga si una mujer que murió a causa de quemaduras se suicidó o fue un femicidio.
El decimoséptimo femicidio fue el de una mujer asesinada por asfixia y su cuerpo fue trasladado al parque Artigas de la ciudad de Pando, en Canelones. La encontraron dos días después de que, tras una discusión, vieran al hombre salir de la casa que compartían con bolsas de gran tamaño.
El decimoctavo femicidio fue en San Carlos. Una mujer de 19 años fue asesinada en su casa a golpes en la cabeza con un adoquín. El femicida huyó del lugar en moto y tuvo un accidente: chocó contra un auto que estaba estacionado. Fue internado en grave estado con custodia policial. La mujer es madre de un bebé de ocho meses.
Por otro lado, en este período se registraron al menos siete tentativas de femicidio: en Treinta y Tres, en Río Negro, en Cerro Largo, en Artigas, dos en Canelones –en Barros Blancos y Santa Lucía– y uno en Colonia.