Junto al diputado Conrado Rodríguez, es coordinador del Partido Colorado (PC) en la campaña por el No en el referéndum contra 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC). Felipe Schipani piensa que esta norma es sólo “una excusa” que utilizan el Frente Amplio (FA) y el PIT-CNT “para plantear algún escollo, algún obstáculo a la gestión del gobierno”. En entrevista con la diaria, se refirió a los temas de debate en la LUC, a la campaña y también a la interna del PC. Adelantó que personalmente está en contra del proyecto de ley de prisión domiciliaria para mayores de 65 años y aseguró que remitirá a la Justicia lo actuado por la investigadora parlamentaria sobre licencias sindicales.

La LUC es una excusa, podría haber sido cualquier otra ley o cualquier otra cosa que utilizaran el FA y el PIT-CNT para plantear algún escollo, algún obstáculo a la gestión del gobierno.

El lunes se lanza la campaña conjunta de la coalición de gobierno por el No de cara al referéndum de marzo. ¿Cuáles considerás que deben ser los ejes centrales a comunicar?

En primer lugar, creo que lo que hay que comunicar es que la LUC es una buena ley, que refleja en gran medida el programa de gobierno de la coalición, que fue el “Compromiso por el país”, en el cual se plantearon cambios importantes en áreas primordiales de la vida del país, como seguridad, educación. Lo que está en juego, más allá de los artículos específicos, es el derecho a gobernar que tiene esta coalición, el derecho a poder llevar adelante los cambios y las transformaciones. Y yo estoy convencido de que el referéndum en realidad es un referéndum contra el gobierno. La LUC es una excusa, podría haber sido cualquier otra ley o cualquier otra cosa que utilizaran el FA y el PIT-CNT para plantear algún escollo, algún obstáculo a la gestión del gobierno.

Después, la LUC como tal es una ley que se defiende sola, porque todas las normas que establece son de sentido común, posibilitan cambios importantes, por ejemplo en el área de la seguridad, que fue el tema que más preocupó a la ciudadanía en los últimos años. Hay normas penales importantes que creo que han ayudado a la reducción del delito. Hay normas de funcionamiento administrativo, de procedimiento policial que han sido determinantes para la eficacia de la acción policial y para la baja del delito, y esto no sólo lo dicen las autoridades del ministerio, sino los funcionarios policiales, los voceros del sindicato policial. Los policías se sienten mucho más seguros para la acción policial.

El PC tiene la responsabilidad de conducir la educación del país, y la transformación educativa yo diría que es una de las más importantes que tiene que encarar el gobierno. Y la LUC le da a la ANEP [Administración Nacional de Educación Pública] un marco legal fundamental a partir de la nueva gobernanza para poder llevar adelante esos cambios.

Creo que aquí lo que se quiere construir y no se logra –y me parece que ese es el objetivo de la presencia de [el publicista Esteban] Valenti en la campaña– es un falso relato que retrotrae, en definitiva, a historias pasadas. Por ejemplo, se habla del desmantelamiento de las empresas públicas, de la venta, de la privatización. No hay nada de eso en la LUC vinculado a las empresas públicas. Podríamos hacer una entrevista aparte para todas las mentiras de Fenapes [Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria] vinculadas a la educación.

En contra de un proyecto “con nombre y apellido”

Si bien aclaró que el PC todavía no tiene una postura sobre el proyecto de ley impulsado por CA para establecer prisión domiciliaria preceptiva para mayores de 65 años, iniciativa que beneficia fundamentalmente a los represores de la última dictadura cívico-militar, Schipani adelantó su posición personal contraria al proyecto. “Yo no estoy de acuerdo con una ley con nombre y apellido”, sostuvo.

Hay una discusión, por ejemplo, en torno a la privatización de la educación. Se ha argumentado por parte de los defensores del Sí que la LUC propicia la privatización porque beneficia a las instituciones privadas en detrimento de las públicas, por ejemplo, en materia de formación en educación.

Para nada, sólo esbozar esa idea me parece un disparate. No hay nada de privatización de la escuela pública. Al frente de la educación del país hay un batllista, hay una persona y un partido que lo respalda que cree en la educación pública, porque forjó la educación pública. No vamos a dar ni medio paso que tienda a la privatización.

Otro punto que se cuestiona es haber cambiado una forma de gobernanza del sistema público que formaba parte de la tradición del país, sustituyendo los consejos por direcciones unipersonales.

Los ajustes que se hacen propenden a darle a la gobernanza de un organismo gigantesco como la ANEP más armonía, porque si tú tenías que reunir a todos los que tomaban decisiones en la ANEP, tenías que reunir a 19 personas que a su vez integraban ámbitos distintos.

Pero se cuestiona que el cambio en realidad lo que trajo fue mayor ineficiencia.

Para nada, a mí me parece que ahora lo que ocurre es que los directores generales de los desconcentrados están integrados al Consejo y las decisiones se toman allí, entonces se parte de la armonía y la coordinación en el funcionamiento. Ahora los directores generales participan en todas las deliberaciones de modo preceptivo, porque son miembros plenos, a diferencia de antes de la LUC, cuando participaban, pero no era preceptiva su participación en el Consejo. Pero además hay otro efecto que genera la LUC que es muy positivo en cuanto a la gobernanza: se logra atender la representación docente, porque la representación docente se mantiene en el Codicen [Consejo Directivo Central], pero se retira en los consejos, como también se retira al representante político. Y la experiencia que estamos viendo de la participación del representante sindical en Secundaria es que fue absolutamente nefasta para la educación. Fenapes, mientras estuvo representado en el Consejo de Secundaria, hizo bien poco por la educación. Lo digo yo y lo dice mucha gente de izquierda que el gran escollo para la transformación educativa eran los sindicatos; todo proceso de transformación y cambio fue bloqueado.

A la Justicia

Schipani fue el impulsor de la investigadora parlamentaria que abordó el uso de las licencias sindicales en Secundaria. Aseguró que remitirá todo lo actuado a la justicia penal porque hay “conductas con apariencia delictiva”. Afirmó que no se trata de la falta de una persona, sino de una “práctica sistémica de la cúpula sindical” de utilizar “certificados falsos” para justificar inasistencias amparándose en la licencia sindical. Además, sostuvo que está “convencido de que hay responsabilidad política de las autoridades de Secundaria”.

Se ha acusado a referentes del gobierno de tener una prédica antisindical. ¿Tu cuestionamiento a Fenapes se extiende al comportamiento del movimiento sindical en general?

No, para nada. Creo que Fenapes desprestigia al sindicalismo uruguayo. Con el movimiento sindical tengo discrepancias ideológicas, pero reconozco la calidad de sus dirigentes, la seriedad de los planteos, sin perjuicio de la politización y la partidización, que es otro punto. Pero la historia sindical de este país es muy rica, muy seria y muy respetable.

¿Hasta qué punto te parece que la campaña rumbo al referéndum ha condicionado la acción de gobierno? Por ejemplo, en materia de fijación de precios de los combustibles, el gobierno no ha seguido los parámetros que él mismo se fijó en la LUC.

Yo creo que no incide. Se hace mucho caudal desde el Sí en este tema, pero es bueno recordar que este tema fue votado por unanimidad en el Parlamento, los únicos que no votaron esto fueron dos legisladores colorados. Entonces, hacer caudal de que la LUC establece un mecanismo para la suba del combustible... primero es una falsedad, porque lo que hace la LUC es transparentar cómo se manejan los criterios para establecer el precio de los combustibles…

Pero el gobierno no se está ateniendo a esos criterios.

Bueno, pero el argumento del gobierno me parece perfectamente razonable: hay ganancias que tiene Ancap producto de que UTE está exportando energía a Brasil, y eso ha generado ganancias extraordinarias que lo que permiten es amortiguar la suba de los combustibles. Pero esta decisión que tomó el gobierno demuestra que es una falsedad lo que se dice de que la LUC genera que se aumente mensualmente. No, el precio de los combustibles termina siendo una decisión discrecional del Poder Ejecutivo, no hay cambios en ese sentido. Puede haber un informe de la Ursea [Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua] que diga que por el aumento del petróleo tienen que subir los combustibles, pero si el gobierno entiende que tiene otras herramientas y recursos para sostener el precio lo puede hacer, como se hizo en el pasado.

En setiembre de 2021, en entrevista con la diaria, la vicepresidenta Beatriz Argimón dijo que pretendían reflotar la discusión sobre la desmonopolización de Ancap. En su momento, cuando se discutió la LUC, el PC se manifestó contrario a esta medida. ¿Mantienen esa postura?

Cuando este tema se trató, lo que nosotros dijimos fue que no era que estuviéramos en contra de liberar la importación [de combustibles], lo que establecimos fue que creemos, sí, que las empresas públicas tienen que competir, pero para ello tenemos que prepararlas. Tengamos presente el periplo de Ancap en estos últimos años, de déficit, de malas gestiones. En ese momento valoramos que Ancap no estaba preparada para dar ese salto, pero no nos negamos a que, en otras condiciones, en otra situación y con otra fortaleza, se pueda establecer esa medida. La competencia para las empresas públicas es muy importante, las dinamiza y las hace ser más eficientes. Ojalá después de la buena gestión que está haciendo Alejandro Stipanicic podamos considerar esa posibilidad.

Si tuviera que explicarle a un europeo qué es ser batllista, le diría que somos socialdemócratas, pero le aclararía que no tenemos una raíz marxista, como sí tienen los partidos socialdemócratas europeos.

¿Qué pensás de la decisión de que los partidos de la coalición de gobierno realicen campañas por separado por el No?

Nosotros a nivel de la coalición sobre fines del año pasado tomamos una definición. Estuvimos todos de acuerdo en que una de las mayores fortalezas de la coalición es que somos partidos diferentes, que tenemos, en determinados temas, perfiles e historias diferentes, y, por tanto, que la mejor estrategia era que los partidos realizaran independientemente sus campañas en todo el país. No sólo por los matices que cada uno le puede poner al contenido de la LUC, sino fundamentalmente por la movilización. Entendimos que era mucho mayor la posibilidad de movilización si cada partido realizaba sus actividades. Hemos coordinado las agendas: no va a ocurrir que el mismo día en Flores estén Álvaro Delgado, [Guido] Manini y [Julio María] Sanguinetti o [Adrián] Peña, y vamos a tener también actividades conjuntas: a nivel central, el lanzamiento del próximo lunes en conferencia de prensa y el acto final, que la idea es hacer una gran convocatoria en la ciudad de Las Piedras el 23 de marzo. La semana que viene se va a instalar la comisión electoral de la coalición, para que no estemos todos los delegados de la coalición en un circuito y haya locales que no estén cubiertos. La idea es atomizar la presencia de actores de la coalición en todo el país, que un día vaya uno del Partido Nacional [PN], que a los dos días caiga uno del PC, que luego vaya Cabildo Abierto [CA], que a los días caiga el Partido Independiente. Entendemos que es mucho más eficiente hacer campañas independientes con cooperación y actividades centrales.

Las dos alas del PC

¿Cómo impactó el alejamiento de Ernesto Talvi en Ciudadanos y en el PC?

Fue un balde de agua fría, francamente. No lo imaginamos nunca. Nos sorprendió cuando tomó la decisión de abandonar el gabinete, pero estábamos convencidos de que iba a seguir con su rol de liderazgo dentro del sector y en el partido. Pero bueno, esa carta, de la que nos enteramos unas horas antes, fue como un balde de agua fría. Nosotros participamos en la génesis de Ciudadanos; Adrián Peña tuvo un rol clave, fue el que fue a buscar a Talvi. [Jorge] Batlle le había hablado de él. Ciudadanos era un proyecto político que fue creciendo, que nos fue enamorando, que avizorábamos como una etapa que iba a significar para el PC un proceso de renovación muy importante, y estábamos enormemente confiados en lo que estaba haciendo Talvi como canciller y en su liderazgo. Entonces, la decisión de abandonar la política y cerrar todas las puertas fue un shock. Pero nos levantamos, nos recompusimos, constituimos la Mesa Nacional de Ciudadanos, Adrián [Peña] asumió un rol de liderazgo y, lejos de irse dirigentes, se han sumado y Ciudadanos se ha consolidado como sector.

¿Ves a Adrián Peña como candidato a la presidencia por el PC?

Bueno, creo que es una de las figuras más relevantes que tiene el partido, ni que hablar. Ha hecho una carrera política muy corta pero con mucho impacto, ha demostrado la capacidad de liderazgo y de gestión que tiene.

La LUC es una excusa, podría haber sido cualquier otra ley o cualquier otra cosa que utilizaran el FA y el PIT-CNT para plantear algún escollo, algún obstáculo a la gestión del gobierno.

¿Cómo verías una vuelta de Pedro Bordaberry al PC?

Muy positiva. No quiere decir que yo vaya a trabajar con Bordaberry, más bien te diría que no lo voy a hacer, pero me parece que Pedro puede darle al partido un dinamismo muy fuerte, porque fue una figura muy importante, lideró el partido más de diez años, fue un gran senador, y su retorno puede animar la interna partidaria. Tiene que haber otra alternativa a la de Pedro, tenemos que construir un espacio colorado, batllista, de centro, progresista, para darle continuidad a ese proyecto de Talvi que yo creo que es el camino estratégico ideológico por el que tiene que transitar el partido.

No quiere decir que yo vaya a trabajar con Bordaberry, más bien te diría que no lo voy a hacer, pero me parece que Pedro puede darle al partido un dinamismo muy fuerte.

¿Te parece que el hecho de que Bordaberry no haya estado en las últimas elecciones hizo que muchos de los votantes del PC se volcaran a CA? ¿Son votos que si Bordaberry volviera también podrían retornar?

Yo creo que sí, seguramente muchos votos que con Pedro hubiéramos retenido en la última elección se los llevó CA, no tengo dudas. Y la presencia de Pedro puede fortalecer un ala del partido que en gran medida se puede nutrir de votantes que votaron a CA. El PC crece en la diversidad, al partido le fue muy bien cuando tuvo dos corrientes fuertes.

La idea es atomizar la presencia de actores de la coalición en todo el país. Que un día vaya uno del PN, que a los dos días caiga uno del PC, que luego vaya CA, que a los días caiga el Partido Independiente.

Decías que Ciudadanos es un sector batllista y progresista. En términos ideológicos, ¿qué significa ser batllista hoy, en qué sentido Ciudadanos conectaría ideológicamente con el viejo batllismo?

Si tuviera que explicarle a un europeo qué es ser batllista, le diría que somos socialdemócratas, pero le aclararía que no tenemos una raíz marxista, como sí tienen los partidos socialdemócratas europeos. El batllismo es eso, es liberalismo que nos viene de Rivera, en lo político, en lo social. Y, a su vez, el batllismo le agrega una visión de justicia social muy fuerte. El batllismo es creer en una sociedad liberal, en las instituciones y en los partidos, pero a su vez creer que el Estado tiene que cumplir un rol en la sociedad para garantizar igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, para limar esas desigualdades que genera el sistema capitalista. Y por eso la educación pública, la salud pública, el régimen de previsión social, por eso la presencia del Estado en distintas áreas de la vida del país.

Udelar y adoctrinamiento

La senadora del PN Graciela Bianchi calificó a la Universidad de la República como una “usina de adoctrinamiento” de la izquierda. Schipani discrepa con esta valoración. “No estoy de acuerdo. Primero porque yo conozco la universidad, no sólo porque estudié y egresé de la universidad, sino porque milité muchos años en la universidad. Es claro que hay una presencia importante del FA en todos los ámbitos, pero no creo que sea... por lo menos yo no lo viví así. Que hay docentes que se extralimitan, los hay, pero no creo que sea una práctica sistémica de la universidad. Creo que es injusto generalizar. Hay docentes que quizás adoctrinan y bajan línea política; los hay, para un lado y para el otro, pero no se puede por eso estigmatizar a la institución”, consideró.

¿Cómo se concilia esa visión estatista con la alianza con el Herrerismo?

Lo que primó para la alianza, que no es de ahora, son principios comunes entre los partidos tradicionales, de raigambre liberal: los colorados, más liberal-progresistas, los blancos, más liberal-conservadores, con algunas excepciones, como el wilsonismo. Hay valores comunes y eso ha generado la necesidad de aliarse, producto también de la realidad política. Ningún partido per se tiene mayorías absolutas como para poder gobernar si no hay acuerdo con otros, y si bien los colorados batllistas tenemos similitudes ideológicas con sectores del FA, con los sectores mayoritarios del FA estamos en las antípodas, porque tenemos diferencias de principios, por ejemplo con el Partido Comunista o con el MPP [Movimiento de Participación Popular], que tienen concepciones sobre la democracia liberal que distan mucho de lo que nosotros creemos.

Escenarios hipotéticos

Si Talvi dice que quiere volver a la política...

Que se quede en la casa.

Si Manini Ríos fuera el candidato de la coalición en 2024...

Varios analistas políticos y encuestadores se deberían retirar.

Si gana el No en el referéndum...

Es un gran espaldarazo para el gobierno y para los cambios que se propone.

Si gana el Sí en el referéndum...

Es un retroceso para el país, es volver atrás.

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