“Acepto el desafío” fueron las palabras que eligió el senador Mario Bergara para comenzar su discurso ante un Club Welcome lleno durante el acto de Convocatoria Seregnista-Progresistas (CSP) -espacio que congrega al ala “seregnista” del Frente Amplio (FA)-, que sirvió como puntapié oficial para su precandidatura a la presidencia, de cara a las elecciones internas de junio de 2024.
“Me siento capaz de conducir el próximo gobierno”, insistió durante su discurso, que cerró el acto luego de varias presentaciones, entre ellas de los responsables de dirigir la elaboración de las bases programáticas del FA, Ricardo Ehrlich y Álvaro García, y del presidente del FA, Fernando Pereira. El gobierno que Bergara entiende podría conducir es “un gobierno para las mayorías, no para los malla oro”, que apueste a la “transparencia, donde quede claro cómo se distribuyen los medios y servicios públicos”.
Se deben abordar “los temas con profundidad” y “no hay lugar para la superficialidad, sólo conociendo en profundidad los problemas es que vamos a poder resolverlos”, apuntó. Sería a su vez “un gobierno de equipos, con visión política audaz, capaz de soñar futuro y capaz de hacerlo realidad”.
“Queremos aceptar el desafío impulsando una nueva ola de derechos, porque nosotros sí pensamos en clave de derechos” que tienen que ver “con vivir en hogares sin violencia, en un ambiente de calidad, sentir que el derecho a la salud pasa por que no falten medicamentos, que el derecho a la vivienda sea de todos y todas los compatriotas y en primer lugar aquellos que viven en condiciones tristes en asentamientos”, así como apostar a la “descentralización productiva”. En conclusión, la oferta de Bergara es construir “una impronta progresista moderna”.
En este sentido, CSP cree “que el seregnismo recorre el FA”, y así se miran “en el espejo del paradigma seregnista, el de pensar en la mañana siguiente, en buscar la parte de verdad que tiene el otro, el Seregni que nos enseñó que primero está el país, después el partido político y después lejos la peripecia personal”. Su precandidatura, sostuvo, “busca ser la más pura contribución para el triunfo del FA en el 2024”.
Un FA que a entender del precandidato hoy “está mejor parado” porque se hizo “el duelo de la derrota” sin terminar “arrancándonos los pedazos”. A raíz de esto y del proceso de “reagruparse” en torno al referéndum contra la ley de urgente consideración es que hoy “el FA se para mejor en la oposición a las políticas regresivas y se para firme en la denuncia de todos estos escándalos y bochornos” del gobierno.
De todas formas, llamó a no pensar “que este es un gobierno derrotado” ni que “el FA tiene la elección ganada” porque “cuando cometemos el error de pensar que la elección ya está ganada dejamos de pelear y nos ponemos a pelear para adentro”; de esta forma “el sectarismo, el perfilismo” hizo “perder frenteamplismo, perder unidad”, aseguró.
“Lo aprendimos en la autocrítica y ojalá lo hayamos aprendido para siempre. Ya mostramos que somos una buena oposición, nos toca demostrar que vamos a volver a ser un buen gobierno”, agregó. En esta línea, lo importante son “las bases programáticas, que apuntan a contribuir a resolver los problemas de hoy, no los de hace veinte años”, dijo.
Así, Bergara también destacó la campaña de “el FA te escucha”, que calificó como “autocrítica en acción”. Por este lado, señaló que CSP fue a hablar “con aquellos compatriotas que fueron seducidos por el mensaje de Cabildo Abierto de ‘se acabó el recreo’, ¡pavada de bluff!”.
“¿Cómo no ir a hablar con aquellos compatriotas que compraron el mensaje de Talvi o del wilsonismo? Tenemos que hablar con los que no nos votaron y con los que nos votaron, todos ellos se deben sentir identificados con el FA”. Por otro lado, apuntó a que la coalición de gobierno quiere “pintar” al FA como que “no hay lugar para los moderados” como dijo “una editorial de un diario que está ‘primero siempre’”.
“Nosotros como CSP junto con todo el FA vamos a estar a la altura, ese es nuestro compromiso con el FA y con todo el pueblo uruguayo”, afirmó; de esta forma conciben “la independencia de nuestra fuerza política de los movimientos sociales, hablan del FAPIT, ahora parece que hay algún caso de Partido Nacional-PIT”, bromeó, en referencia al pase de Valeria Ripoll al Partido Nacional.
“Nosotros pensamos que a veces sí, por supuesto, acompañamos los procesos con los movimientos sociales, pero a veces el rol del movimiento social es uno y el de la fuerza política es otro”, por eso, no cree “que el FA tenga que acompañar esta intención de colocar en la Constitución cuestiones que entendemos no son de la órbita constitucional”, resuelta en la Mesa Representativa del PIT-CNT, en el entendido de que “la garantía de la democracia en el Uruguay está en las instituciones”.
Un gobierno con “una secuencia de escándalos y bochornos”
“Estamos parados con un gobierno que se va deshilachando, se va sacando la máscara”, apuntó Bergara, para quien “la gente lo va percibiendo por sus políticas regresivas que traen jubilaciones más bajas, salarios más bajos, pobreza infantil, falta de medicamentos” al tiempo que “no resuelven lo que se supone que iban a resolver: la seguridad, el delito”, como tampoco “han resuelto ninguno de los problemas cotidianos de la gente”. Tampoco “solucionaron el famoso déficit fiscal, los gastos públicos”, puesto que hoy “tienen un déficit más grande que 14 de los 15 años de gobierno del FA”.
De todas formas, el descreimiento “no viene sólo de sus políticas regresivas” sino de “esa secuencia de escándalo y de bochornos, porque regalaron un monopolio por 60 años, violando la Constitución”, señaló, refiriéndose a la concesión del puerto a la empresa belga Katoen Natie.
Asimismo, “le mandaron express un pasaporte a un narco peligroso [Sebastián Marset] que ellos mismos decían que sería un problema que saliera de la cárcel” y “gracias al pasaporte que le dieron hoy está prófugo de la justicia internacional”.
“La telenovela del caso Astesiano”, señaló, es “corrupción pura: pasaportes truchos, espionaje, tráfico de influencias, espiaban senadores, policías, estudiantes de liceos, a la esposa del presidente, y se ofendieron cuando les dijimos que había corrupción”; en este ítem, Bergara -uno de los senadores de oposición sobre quien Astesiano pidió la elaboración de fichas personales- señaló “la responsabilidad del presidente que lo puso en un lugar de poder con acceso a toda la información del Estado”.
Por último se refirió al “caso Penadés” que “no tiene un origen en el juego político: el tema del abuso infantil y la violencia intrafamiliar nos interpela a todos porque no podemos seguir teniendo la cultura de que ‘lo que pasa en la casa del vecino queda en la casa del vecino’”. Señaló que “lo grave es que el presidente y el ministro del Interior [Luis Alberto Heber] salieron a defender al amigo denigrando las denuncias; como amigo que cada uno haga lo que quiera, como presidente y como ministro eso no se hace”, sentenció.