Gustavo Salle camina por el ambulatorio de la Cámara de Representantes como desorientado, mira para un lado y para el otro: está buscando el baño y no lo encuentra. Es la prueba más trivial de que se acaba de estrenar como diputado. Entonces, alguien lo guía hasta los servicios que dicen “Caballeros”, pero en el medio del trayecto se cruza con el senador colorado Gustavo Zubía, que le estrecha la mano y lo recibe: “Bienvenido a bordo, a esta nave tortuosa pero divertida”.
Como pasa cada un lustro, este 15 de febrero asumió el nuevo Parlamento, cuatro décadas después de que el Palacio Legislativo le abriera las puertas a la democracia, luego de 12 años de dictadura. Un legislador comenta por los pasillos que suele ser el único día en el que la casa de las leyes se llena de gente de todo tipo y color, porque, además de los legisladores y los periodistas, pululan los familiares de los políticos, militantes, curiosos y afines. Algunos ven las sesiones en la pantalla gigante que se instaló especialmente para la ocasión en el Salón de los Pasos Perdidos.
En la Cámara de Representantes se votó al diputado del Frente Amplio (FA) Sebastián Valdomir como su presidente, y cada uno de los 99 integrantes fundamentaba su voto –en orden alfabético– y aprovechaba para mandar saludos o deslizar algún comentario sobre sus sensaciones. Cuando pasado un buen rato recién iban por Gabriel Gurméndez, en los pasillos se comentaba que la jornada venía atrasada.
Al salir del baño y antes de hablar en cámara, Salle le comenta a la diaria que la primera sensación que tiene al escuchar a sus nuevos colegas es que “hay un discurso netamente demagógico”, porque “se hacen gárgaras de democracia, de soberanía”, pero él sabe “que no es así”. “Yo ahora en el discurso lo voy a decir. Cuando vos tenés una agencia calificadora de riesgo que antes de las elecciones te dice que son un trámite y que acá lo que importa es el modelo y no se va a alterar...”, dice, y después se manda un rosario de corporaciones para terminar subrayando que “el que paga manda”.
Salle comenta que tanto su función como la de su hija (Nicolle Salle) –los dos representantes de Identidad Soberana– “es más bien didáctica, de desenmascarar”. En el medio del diálogo interrumpe un muchacho y le pide una foto –aunque, en teoría, no se podía deambular por el ambulatorio–. Minutos antes, el abogado –ahora jubilado– estuvo transmitiendo en vivo para sus seguidores del canal de Youtube Sallazo TV, pero sin su icónico megáfono. “El megáfono fue un instrumento, pero en este momento lo tengo que sustituir por el micrófono de la cámara, que tiene mayor caja de resonancia”, finaliza.
El “club de fans” de Da Silva
En el ambulatorio un par de colorados saludan a su excorreligionario Fernando Amado, que llega al Parlamento luego de cinco años de ausencia. Pero es la primera vez que Amado se sienta en una banca por el FA y también debuta como oficialista. “Es un día de gran alegría, de felicidad y de realización. Además, de enorme tranquilidad espiritual por representar al FA en el Parlamento”, dice Amado a la diaria.
Agrega que ser diputado oficialista le va a significar “un aprendizaje”, pero, más allá de ser oposición o gobierno, subraya que se siente “muy conforme y tranquilo”, porque está “en el lugar que hay que estar para defender las ideas batllistas”. “La bancada de diputados del FA tiene el enorme desafío de, siendo gobierno y no teniendo mayoría, construir esa mayoría para cada uno de los proyectos. Entonces, yo diría que es una tarea mucho más ambiciosa y difícil”, sostiene.
“Mis amigas son todas de tu club de fans”, le dice, en plena antesala de Diputados, la representante del Partido Colorado (PC) Elianne Castro al senador blanco Sebastián da Silva. La flamante diputada le comentó que a sus amigas les dice “pero si está loco”, y ellas le retrucan: “No, ¡es un genio!”. “Bueno, las invitamos a tomar un café cuando vos quieras”, le contesta Da Silva.
Aunque tuvo mucha visibilidad y participación, en la legislatura que terminó Da Silva era senador suplente; en este período es titular. En diálogo con la diaria, señala que eso le cambia “la responsabilidad” y “la imposibilidad de presentar renuncia” si se cansa, porque “fue la gente” la que lo puso ahí. “Hoy de mañana me puse a pensar en aquellos destinos que uno en la vida no elige, y por algo las cosas pasan. Así que hay que tomarlo con mucho optimismo y muchas ganas. Es un tiempo nuevo, hay que descubrirle las patas a la sota, a ver qué va a hacer el gobierno. Nosotros sabemos dónde estamos parados; y nos tenemos que ganar el sueldo: es mucha plata la que se nos paga como para no ganarnos el sueldo”, dice.
Sobre el nuevo Senado, Da Silva comenta que la “incógnita” que tienen todos es cómo se desempeñará la exconductora Blanca Rodríguez, que asumió su banca por el FA. “Lo que la gente no sabe es que vivir acá adentro implica que te llevás bien o te llevás bien, porque no vale la pena andar llevándote mal con todo el mundo. Así que veamos, van a ser años desafiantes”, finaliza.
“Te traicionó el subconsciente”, el lapsus de Alejandro Sánchez con Graciela Bianchi
“El Pepe Batlle, que me va a acompañar siempre”, dice el senador colorado Robert Silva sobre un diminuto pin que tiene en su saco con la imagen del legendario líder de su partido. Se lo acababa de mostrar al presidente electo Yamandú Orsi, cuando se lo cruzó de casualidad entrando al ambulatorio, en una de las tantas conversaciones a la pasada que se dieron en la tarde entre dirigentes varios. Además del presidente electo también estaban los exmandatarios José Mujica (FA) y Julio María Sanguinetti (PC).
El clima general, sea en el lugar que fuera, entre todos los diputados y senadores, fue muy protocolar, típico de inicio de legislatura. En la cámara alta, cuando el senador del FA Alejandro Sánchez le tomaba juramento a cada legislador, hubo un momento que esparció risas. Al llegar el turno de la nacionalista Graciela Bianchi, en vez de preguntarle si prometía “guardar secreto”, Sánchez le preguntó: “¿Promete usted guardar silencio?”. “Te traicionó el subconsciente”, le contestó Bianchi. “Hay cosas que no se pueden pedir”, bromeó Sánchez.
“La verdad que es una mezcla de emoción con cierta responsabilidad y expectativa”, dice a la diaria Andrés Ojeda, el excandidato del PC, que ahora debuta como senador, y agrega que esta “es la oposición más importante del siglo XXI”, porque “es la única oposición que si se junta toda tiene más legisladores que el gobierno”. “O sea que esta oposición, si entiende el concepto de unidad de forma correcta, puede cambiar rumbos, ajustar, enfatizar o varios verbos más sobre el destino del país”, dice, e insiste con que “si esta oposición se junta, puede torcer un presupuesto o, en una de las cámaras, censurar a un ministro”. “Cuanto antes entendamos que juntos valemos más que separados, esto se pone interesante”, subraya.
Ojeda hizo su principal spot de campaña levantando pesas y haciendo aparatos como si no hubiera mañana. Ahora dice que el Senado “por supuesto” que le va a dejar tiempo para seguir con esa actividad que tanto le gusta. “La salida de la campaña electoral debería darme más tiempo para volver a eso. Acá el enemigo de los tiempos es la campaña electoral, no el Senado”, subraya.
Silvia Nane en su segundo período: “Es fundamental traer una visión fresca”
“Mi primera sensación es ver un Parlamento desde el gobierno, porque cuando asumió la legislatura pasada el FA era oposición y estaba el desafío de construir la resistencia y de incorporarse después de aquella derrota”, dice a la diaria la senadora del FA Silva Nane luego de prometer como tal. Subraya que ahora “el desafío es completamente distinto” al que tuvieron en el Palacio Legislativo hace cinco años, ya que es “gobernar un país, cada quien desde su lugar, y cumplir el programa del FA”.
Hay seis senadores de los que asumieron por el FA que a partir de marzo pasarán a cumplir funciones en distintos ministerios. Pero Nane subraya que el FA tiene “un equipo de cuadros” renovados, “en consonancia con lo que ha sido esta nueva etapa del FA”. “Creo que es fundamental traer una visión fresca de algunos temas. El Parlamento del FA es de compañeras y compañeros que van a dar lo mejor de sí mismos”, sostiene.
En cuanto a cómo ve a la oposición en el Senado, Nane comenta que “hay figuras fuertes”, al menos por su desempeño en la campaña electoral, pero ahora habrá que ver cómo lo hacen en la arena política, y puso a Ojeda como ejemplo. Dice que el desafío es “poder construir acuerdos y dar los debates que haya que dar con la firmeza conceptual que los tiempos actuales requieren”.
Mientras en Diputados seguían hablando, el Senado ya había sesionado. Nane dice que le hubiese gustado mucho escuchar el discurso de Salle, y explica: “Por esto mismo que decíamos, de los debates conceptuales que se están dando en este tiempo de lo que entendemos como el inicio de lo que tiene que ser un ciclo progresista. Entonces, tenemos que dar debates que vayan bastante más profundo que los titulares”.
Al final, luego de la reunión protocolar de la Asamblea General, todos –senadores, diputados, familiares y curiosos– se encaminaron hasta la escalinata del Palacio Legislativo para contemplar el tradicional desfile militar que musicaliza y da el inicio formal al período parlamentario.
Con lentes negros, porque el sol pegaba de lleno, Orsi contempló el desfile acompañado de Carolina Cosse, la futura vicepresidenta, que asumirá el 1º de marzo junto con el presidente. “Son canciones de victoria, / las que entona al tremolar”, cantan los militares del Batallón Florida, mientras van para allá y para acá, y los versos de “Mi bandera” se mezclan con los gritos de la gente que mira desde las afueras de la explanada del Palacio Legislativo, totalmente coloquiales, como “vamo’ el Frente, carajo”.