La ministra de Transporte y Obras Públicas, Lucía Etcheverry, informó a través de sus redes sociales que la vicepresidenta de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Alejandra Koch, presentó renuncia a su cargo, y que ella decidió aceptarla. “Este viernes 2 de mayo, la vicepresidenta de la ANP, Alejandra Koch, me presentó su renuncia y decidí aceptarla”, expresa el texto publicado este sábado por la secretaria de Estado en su cuenta de X.

Foto del artículo 'Lucía Etcheverry aceptó la renuncia de la vicepresidenta de la ANP, Alejandra Koch'

Diez días atrás, la ministra había dejado sin efecto la decisión del directorio de la ANP, aprobada con los votos de la propia Koch y del presidente del organismo, Pablo Genta, de ascender al puesto de jefe de la División de Seguridad Laboral y Medio Ambiente a Ricardo Suárez, esposo de Koch y hasta entonces subjefe de esa división. Etcheverry anuló la decisión del asenso porque, según explicó entrevistada en M24, entendió que “desde el punto de vista ético-político no correspondía”, a riesgo de estar, “de alguna manera, inhabilitando la carrera administrativa”.

En ese momento, Etcheverry remarcó que no se debió a que hubiera algún tipo de ilegalidad, ni tampoco por una cuestión de “montos”. “En términos económicos, no le significaba una diferencia”, dijo Etcheverry, y explicó que la compensación del 60% es “sobre la diferencia entre el jefe y subjefe”, algo así como 6.000 pesos, indicó.

Si bien Alejandra Koch había votado a favor del ascenso, el 3 de abril, como representante en el directorio del Frente Amplio (cargo en el que fue designada en el período anterior), asumió oficialmente como vicepresidenta de la ANP el miércoles 30 de abril. Koch es funcionaria de carrera de la ANP desde 1982. En el pasado ocupó cargos como subgerenta del Área de Sistema Nacional de Puertos y jefa de la División de Recursos Materiales y Servicios. Desde 2020 integró el directorio de la ANP como representante del Frente Amplio.

Koch: “Mantengo la tranquilidad absoluta respecto de mi actuación”

Luego de presentar renuncia, Koch publicó también en su cuenta de X la carta que le entregó el viernes a la ministra Etcheverry. Allí expresa que “ante la información que se ha difundido sobre mi persona, la violencia y la falta de respeto con que ha sido manejada, además de la ligereza y poca seriedad, con intereses y/o intencionalidades que podrían existir, que no comprendo y que me exceden, debo realizar algunas precisiones”.

Koch señala que “se ha intentado instalar un relato que no corresponde a los hechos, y a pesar de contar con los registros pertinentes, no ha cesado. ¿Cuál es entonces el verdadero motivo de todo esto? Quizás amerite profundizar en ello. Se ha utilizado información reservada, como lo es mi recibo de sueldo, mi foja funcional, registros internos de la ANP, hechos sin duda de enorme preocupación, pues se desconoce cómo se accedió a ello”.

Señala que ingresó a la ANP como becaria y que ascendió en su carrera según la normativa vigente, y marca que, “como probablemente en otros lugares de trabajo, se han generado vínculos entre las/os funcionarias/os, muchos de los cuales han dado paso a la construcción de familias”. Esto, dice, dio lugar “a consultas y acciones por parte de las distintas administraciones para preservar la carrera funcional en todos los casos”, y menciona como ejemplo que cuando hay vínculo entre dos funcionarios “debe haber entre ellos por lo menos una jefatura”. 

Además, señala que durante la presidencia del ingeniero Fernando Puntigliano se estableció una estructura organizacional matricial, “con roles de trabajo verticales y horizontales, combinados entre sí y con la instalación de “tándem” para desempeñar las jefaturas en los distintos niveles. Ese concepto trajo consigo un trabajo complementario y coordinado de ambos integrantes”.

En ese sentido, argumenta que, “en la práctica, es habitual que, en ausencia de uno de los integrantes, actúe el otro, sin importar el orden salarial, y en caso de desocuparse el primero, el segundo, salvo informe contrario, acceda a ese lugar. Ese fue el caso de mi compañero y, por tanto, su corrimiento era lo correcto, no traía consigo ningún tratamiento diferencial y, de hecho, no mereció ninguna observación específica en el directorio”.

Pero añade que, por “el hecho particular, sin antecedentes en la ANP, de que yo estuviera designada como vicepresidenta”, hubo “dudas y consultas específicas, que dieron como resultado la inexistencia de una norma que abarque el caso concreto. Frente a ello, y de forma inmediata, mi compañero presentó, ante el presidente de la ANP, su renuncia”.

“Ello dio lugar a una rectificativa librada por Resolución de Presidencia, que luego fue validada en el directorio, sin observación alguna de ninguno de sus integrantes. No hubo por tanto en el directorio cuestionamiento particular de designaciones, en ninguna de las dos instancias. El desarrollo de los hechos, que no denota ninguna otra intencionalidad, concluye este punto”, detalla.

“Debo mencionar además que, en la actual administración, fue imperioso conformar parte del equipo de conducción con personal de la administración que es de confianza para el directorio y que, como en instancias anteriores de la ANP, se realizó mediante la asignación de funciones. Es por ello que llama la atención tanta repercusión del tema cuando es habitual y lógico realizar algunos cambios al instalarse nuevas autoridades”, concluye el texto.

Finalmente, señala que “teniendo en cuenta el enorme grado de exposición que la situación ha tomado, el daño y afectación a título personal y familiar que ha generado, es que he tomado la decisión de dar un paso al costado” como vicepresidenta de la ANP. “Mantengo la tranquilidad absoluta respecto de mi actuación, siguiendo en cada caso los procedimientos correctos. Soy una funcionaria de carrera y no estoy dispuesta a recorrer este camino por el cual se intenta el desprestigio de tantos años”.