Cultura
En febrero de 1964, un grupo de rockeros londinenses llamado The Detours y dedicado a hacer covers descubrió que ya existía una banda llamada Johnny Devlin & the Detours, por lo que urgía cambiar de nombre. Luego de manejar varias opciones irónicas como “Nadie” o “El grupo”, finalmente optaron por The Who (los quién). En junio del mismo año el guitarrista Pete Townshend dio un salto demasiado entusiasta en un escenario con el techo bajo, reventando el mástil de su instrumento. Furioso ante las risas del público y divertido por el blooper, Townshend destrozó su guitarra contra el piso del escenario y tomó otra para seguir el show. Desde esa primera guitarra destrozada hasta la figura de Kurt Cobain agrediendo todos los instrumentos presentes en su escenario (y pasando por la película Blow Up, la imagen de Jimi Hendrix incendiando su Fender Stratocaster y la legendaria tapa de Paul Simonon a punto de desintegrar su bajo en el London Calling de The Clash), pasó medio siglo de excesos, de peligrosas acrobacias escénicas, de agresión convertida en energía sonora y de volúmenes absurdos que han tenido como referencia permanente a la banda de Pete Townshend y los suyos.