A casi un año de haber sido cesado como ministro de Desarrollo Social (Mides), Pablo Bartol asumirá un nuevo cargo un tanto vinculado a esa cartera pero esta vez en un rol más técnico. Según informó El Observador, el exdirector de la fundación Los Pinos, licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de la República y máster en Dirección de Empresas por la Universidad de Montevideo, ahora será gerente de Desarrollo Social del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

El 1º de mayo, en pleno Día de los Trabajadores, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, comunicó que Bartol iba a dejar la cartera para nombrar a Martín Lema, quien tres meses antes había dejado la presidencia de la Cámara de Diputados, que en 2020 tuvo como eje central la discusión de la ley de urgente consideración y el presupuesto quinquenal.

Fuentes del gobierno habían apuntado en su momento que una de las posibles causas de la remoción era el mal vínculo que Bartol mantenía tanto con el exdirector general de secretaría del Mides, Nicolás Martinelli, -que en febrero de 2021 pasó a desempeñarse como asesor del presidente- como con Armando Castaingdebat, quien era subsecretario de la cartera y, además, suegro de Lema.

En un escueto comunicado, Presidencia de la República explicó en su momento que en el marco de la pandemia “la gestión de este ministerio se encamina hacia un nuevo abordaje integral, derivado de las consecuencias sanitarias, laborales, sociales y educativas, que demandarán una impronta de fuerte articulación política y territorial”, y explicó que con el cambio de ministro el gobierno busca que el Mides “se constituya en una referencia de dicha articulación y por ello ha entendido necesario realizar un giro en su conducción, con el objetivo de abordar un nuevo objetivo político”.

Meses más tarde de que el jefe de Estado le haya pedido a Bartol que diera un paso al costado del gobierno, Castaingdebat -que tuvo que dejar su cargo como subsecretario por ser suegro de Lema- dijo a Búsqueda que el exministro “nunca tuvo” el papel que “pueden o deben o juegan aquellos realmente outsiders de la política”. “No es el único ejemplo que llevamos en estos dos años de gobierno, no sólo en el equipo de gobierno, sino en actores que apostaron a otras cosas… Yo soy un defensor del sistema político uruguayo, porque creo que es la gran fortaleza que tiene este país”, había añadido en la entrevista con el semanario.