Podría pensarse que, tras el vértigo de las elecciones y la llegada de fin de año, la actividad política dejaría de dar novedades. No fue así: en pocos días el presidente electo presentó a su futuro gabinete, la exvicepresidenta Lucía Topolanski y el expresidente José Mujica desataron una controversia en torno a las condenas a represores de la dictadura, y se conoció una decisión del gobierno saliente que afecta de tal manera a Ancap que el presidente de la empresa pública optó por renunciar.

Sobre lo primero: el lunes, Yamandú Osi dio a conocer a sus ministros y subsecretarios. En el armado del equipo, él y sus asesores debieron considerar cuotas sectoriales e idoneidad técnica, entre otros factores; algunos analistas evaluaron favorablemente el equilibrio alcanzado, pero desde otras posiciones llamó la atención el incumplimento de la anunciada paridad en la representación de género.

Algunos futuros ministros ya dieron entrevistas y declaraciones, como el del Interior, el de Educación y Cultura y la de Salud. En nuestra edición del sábado, además, [el próximo secretario de presidencia, Alejandro Sánchez, adelantó líneas del gobierno entrante.

Quien arranca con un problemón antes de asumir es la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona: el jueves se produjo una crisis en Ancap luego de que el Poder Ejecutivo resolviera que la mayor empresa pública no tenga la posibilidad de sumarse a la producción de hidrógeno verde. El colorado Alejandro Stipanicic renunció a la presidencia del ente, tras haber servido en él como funcionario durante décadas.

Un día antes, el miércoles, trascendieron las declaraciones de Topolansky y Mujica acerca de que habría represores condenados gracias a testimonios falsos. Sus palabras causaron indignación en organizaciones sociales, defensores de los derechos humanos, en el Frente Amplio y en dirigentes de izquierda en general, incluidos viejos y nuevos integrantes del sector de los extupamaros; también el próximo presidente se separó de los dichos de sus mentores.

En cambio, las afirmaciones de Topolansky y Mujica fueron recibidas con beneplácito por algunos dirigentes del Partido Nacional y el Partido Colorado que se autoperciben cercanos a las Fuerzas Armadas y por Guido Manini Ríos, quien recientemente se había reunido con Mujica para volver a plantear su idea de liberar a represores presos. En ese momento, Familiares había advertido sobre la inconveniencia de que el próximo gobierno, que carece de mayoría en la cámara baja, buscara con ese tipo de intercambios el apoyo de los diputados del partido de Manini Ríos.

El viernes se supo que Topolansky deberá ratificar sus palabras ante la Justicia.

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