Si bien cada vez son menos los cuestionamientos que se imponen ante el fútbol practicado por mujeres, algunos parecen ir evolucionando: ya es una rareza sostener que las mujeres no pueden o no deben jugar al fútbol, pero esa forma de resistencia aparece en otras consideraciones, como en la que sostiene que el fútbol femenino “no genera”, “no vende”. Cuando se utiliza ese argumento es para justificar la no difusión de la disciplina. Siendo la televisación una de las modalidades de divulgación, es común escuchar que el fútbol practicado por mujeres “no se pasa por la tele porque nadie lo mira”. Eso ya no corre en Uruguay: en 2023 se empezó a pasar el Campeonato Uruguayo de fútbol femenino por la televisión abierta, Canal 10, Canal 12 y TV Ciudad –con programa previo incluido–, pasando los partidos que AUF TV produjo en cada jornada.
Un tema global
A nivel internacional, el año comenzó con una buena noticia: el mercado de pases de enero alcanzó una cifra de 1.570 millones de dólares con 4.728 traspasos internacionales –con 341 traspasos en el fútbol femenino–, lo que se traduce en que hubo un aumento de 30,2% con relación al mercado del año pasado.
El 2023 fue año de Mundial, un torneo con estrellas que ya no se volverán a ver en las canchas, como Marta, la crack del fútbol brasileño, o Megan Rapinoe, la referente del fútbol americano, porque ambas se retiraron tras una competencia que dejó varios hitos históricos, sorpresas, y la copa en España. Lo cierto es que el único combinado que pudo superar a las campeonas fue Japón. Además, Brasil y Argentina fueron eliminados tempranamente antes de octavos, donde Estados Unidos también quedó afuera tras caer ante Suecia y donde Colombia accedió por primera vez a cuartos.
Mientras la fiesta transcurría –una fiesta que dejó récords– llegó la instancia final y España ganó la Copa del Mundo, pero esa conquista se tiñó de acoso, primero, y de lucha después. El poder de la Real Federación Española de Fútbol se estrelló contra el piso cuando el plantel entero defendió a la futbolista agredida por el –ahora– expresidente de dicha institución. Ese hecho negativo se transformó en algo positivo cuando el mundo entero se interesó por el fútbol femenino para poder opinar sobre el caso. Y si bien hubo una gran parte que se mostró reticente a comprender lo que es una situación de abuso de poder con un tinte de violencia de género, el fútbol volvió a actuar como espejo reflejando la lucha feminista colectiva y globalizada).
En celeste
El año de la selección uruguaya fue muy distinto al de los clubes. Uruguay participó, a comienzo de año, de un torneo en Francia cayendo ante Noruega, ante Francia y ante Dinamarca. La celeste aprovechó ese rodaje sin saber que sería de lo poco internacional, porque la selección de mujeres no tuvo continuidad a lo largo del año. Más tarde disputó dos amistosos con Venezuela y ante Perú en el Parque Viera, que fueron lo último del conjunto de Ariel Longo en el año porque para el cierre de 2023 la Asociación Uruguaya de Fútbol no dispuso de los medios necesarios para la selección y las mujeres se quedaron sin participar en la fecha FIFA de noviembre.
Lo local
Por primera vez hubo Torneo Intermedio en el Campeonato Uruguayo, un torneo que demoró en comenzar por rispideces entre AUF y los clubes por exigencias y reclamos de acceso a información. Los tres pedidos principales de los equipos en este caso fueron la inclusión de un integrante que represente a los clubes en la Comisión del Fútbol Femenino de la AUF, la inclusión en la Mesa Ejecutiva de un representante elegido por los clubes y la apertura “inmediata” de una licitación pública para la producción, emisión, comercialización y sponsoreo del fútbol femenino. Ninguno de esos pedidos se cumplió.
El receso duró demasiado y Uruguay llegó a ser el único equipo latinoamericano que no había comenzado el campeonato de mujeres. Las jugadoras manifestaron su malestar con la situación cuando la AUF saludó a las futbolistas por el Día de la Mujer y ellas respondieron con un reclamo: “Más hechos y menos palabras”
Cuando el fútbol comenzó en el estadio Charrúa, hubo anuncios negativos, como la baja de Náutico. Un comienzo que dejó entrever que la práctica continúa siendo totalmente amateur: Wanderers y River Plate habrían actuado con jugadoras inhabilitadas, por lo que uno perdió los puntos y el otro no los ganó.
No es novedad que Nacional y Peñarol están despegados del resto de los equipos en cuanto a infraestructura y nivel de juego, pero para que eso suceda hay que contar con buenas fichas. Este año el tricolor contrató a dos extranjeras: una arquera ecuatoriana, Andrea Morán, y una delantera argentina, Dolores Brescia.
Peñarol –que tuvo la baja sensible de Belén Aquino– se armó con nueva entrenadora, Cecilia Santo, quien asumió en el equipo mirasol tras la salida de Felipe Rebollo. La llegada de la DT se dio a la par de diversos ingresos y egresos al club, uno de ellos fue el de la jugadora de selección Adriana Salvagno, que no tuvo una salida positiva del carbonero. Su egreso no tuvo que ver con su rendimiento, sino con que la futbolista no se estaba pudiendo sustentar en la capital.
Al tricolor le rindió su apuesta para el campeonato porque comenzó ganando el Torneo Apertura y el Torneo Intermedio, aunque esa inversión tuvo más bien que ver con la participación en la Copa Libertadores, en la que las albas no tuvieron un buen rendimiento.
El mérito final se lo llevó Peñarol, al conseguir el título del Uruguayo, aprovechando el bajón anímico pos Copa Libertadores de las tricolores y tras haber ganado el Torneo Clausura. La clave también estuvo en sumar a mitad de año a Daiana Farías, Stephanie Tregartten y Micaela Domínguez.
Usar el micrófono para algo productivo
Los momentos que marcaron el año tuvieron que ver con la iniciativa de las propias jugadoras. Tras un clásico entre Danubio y Defensor, AUF TV buscó entrevistar a Hevelin Jara, la mejor jugadora del violeta ganador, pero la futbolista le cedió el micrófono a Lucero Morandi, su colega del clásico rival, que tenía mucho para decir sobre la situación de su equipo, que no era más que el reflejo de la mayoría de los clubes. Ese fue el inicio de partida para el primer paro de todas las jugadoras en conjunto. Entonces, pararon por tiempo indefinido y exigieron igualdad de oportunidades y mejores condiciones para la práctica deportiva.
Vivir de la camiseta
La mayoría de las futbolistas que venían jugando en el exterior continuaron haciéndolo, como Karol Bermúdez y Luciana Gómez en Atlético Mineiro, Esperanza Pizarro y Valentina Morales en Eibar. Otras cambiaron de equipo, como Sindy Ramírez, quien tras diez años en San Lorenzo pasó a Racing de Avellaneda, Pamela González, que pasó al Sevilla de España y Sofía Olivera, que a sus 30 años cobró por primera vez un sueldo en Rosario Central.
También se dieron hitos históricos para el fútbol femenino uruguayo, con el pase de Edith García de Defensor al Birkirkara de Malta, convirtiéndose en la primera uruguaya en jugar Champions League, y el de Ximena Velazco, que pasó de Brasil al fútbol de Turquía, y de eso habló con la diaria: “Fue un año con mucho fútbol, el año en el que más partidos tuve, jugué en el Brasileirão, en Avaí los primeros meses, en esa liga tan competitiva. Luego tuve un gran momento con el pase a Turquía, una novedad, nadie de Uruguay había llegado, fue muy lindo y es una responsabilidad muy grande mostrar lo que somos, no sólo futbolísticamente, sino culturalmente; me pasó hasta que tuvieran que registrar a Uruguay en la cuenta del banco porque no existíamos, ahora estoy más acostumbrada a todo, es una gran experiencia para mí”.
La jugadora de selección no estuvo ajena a la situación del fútbol doméstico: “Tener la difusión que se tuvo este año, con la transmisión por televisión abierta para que pueda verlo todo el mundo haciendo más visible el día a día de las jugadoras fue más importante, me tocó seguirlo de lejos, pero me sumé a algunas transmisiones. Me gustaría que fuera una liga más competitiva y no que sólo dos equipos estén definiendo para que siga creciendo”, alegó.
En resumen, para Velazco, “fue un año muy completo, es lindo tener instancias de selección, y jugar con la camiseta que sea, fue un año cargado de fútbol, para mí fue perfecto, ojalá el año que viene sea mejor y se sigan abriendo puertas”, finalizó.
La destacada del año fue Belén Aquino. La goleadora de la selección dio su primer salto al exterior para jugar en Internacional, cumpliendo su trabajo con creces y disputando instancias de gran valor en las que fue figura.
Con el mercado de pases en su etapa inicial, comienzan las confirmaciones para el próximo año. Solange Lemos dio la primera buena noticia: jugará en el Querétaro de México la próxima temporada. La mediocampista tricolor tendrá su primera experiencia afuera con sólo 21 años de edad.