Desde el 3 de noviembre de 2020 funcionó la comisión de expertos creada por el gobierno para analizar la transformación del sistema de seguridad social. Más de un año y medio después, el grupo culminó su trabajo, que fue reprocesado por el Poder Ejecutivo, y esta semana el presidente Lacalle Pou entregó un anteproyecto de ley de reforma previsional a los partidos con los que gobierna y al Frente Amplio.

El gesto del mandatario es claro: se trata de una reforma que es percibida con fuertes reservas por la mayoría de la población desde que se adelantó que elevaría la edad de retiro, por lo que su costo político debería distribuirse lo más ampliamente posible entre oficialismo y oposición.

Sin embargo, ya hay voces dentro de la propia coalición gubernista, como la del ex presidente Sanguinetti, que expresan dudas sobre la viabilidad de los acuerdos para aprobar el proyecto.

Desde el Frente Amplio, en tanto, se especula con esas muy probables discrepancias que surgirán dentro del oficialismo antes de hacer pronunciamientos definitivos. Por ejemplo, no es aventurado suponer que la unificación de los distintos subsistemas jubilatorios que propone el proyecto no será del agrado de la porción gobernante que defiende la excepcionalidad de la caja de pensiones militares.

Otra de las novedades que introduce el proyecto es la extensión del sistema de fondos de pensiones privados, es decir, de las AFAP instaladas en la década de 1990. También se amplían los rubros en los que pueden invertir esas AFAP, se crea una agencia reguladora de todo el sistema, por encima del Banco de Previsión Social, y se habilita al Poder Ejecutivo a seguir elevando la edad de retiro conforme aumenta la expectativa de vida.

Aunque la mayoría de los partidos y fuerzas sociales están de acuerdo en que el sistema previsional debe ajustarse, el camino para decidir cómo hacerlo apenas parece estar empezando.

¿Qué más pasó?

¿Qué más leer? (y ver, y escuchar)

  • Es cierto que hubo algún spoiler, pero ahora sí: está pronto nuestro especial Crisis de 2002. Hay de todo y muy bueno. Por ejemplo, testimonios de protagonistas, como Leonardo Costa, el prosecretario de presidencia de Jorge Batlle, o Danilo Astori, entonces defensor entre la izquierda de garantizar una salida institucional. Encontrarán artículos sobre las distintas posiciones dentro de los partidos políticos y en las organizaciones sociales, sobre la emigración masiva, la infantilización de la pobreza, sobre las características específicamente financieras de la crisis y sobre sus derivaciones culturales. Además de una serie de podcasts, material en video y una línea de tiempo como guía.
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