Seguramente, en nuestro país, lo más notorio de los últimos días haya sido el comienzo de la discusión pública sobre la reforma del sistema previsional, que va a llevar un buen tiempo. Mientras la mayoría de las fuerzas políticas, tanto del gobierno como de la oposición, se expresan con cautela antes de lanzar posturas definitivas, los sindicatos de trabajadores y las cámaras empresariales ya hicieron pronunciamientos fuertes (y opuestos).

Pero, si se me permite, quisiera tocar otro tema: la coincidencia entre el Frente Amplio y el Partido Colorado en dos asuntos que desembocaron en procesos parlamenarios exitosos: por un lado, ambos partidos lograron unificar sus proyectos de ley de eutanasia, lo que garantiza su aprobación por el Poder Legislativo; por otro, los colorados anunciaron que esta vez sí darán su respaldo en la Junta Departamental al préstamo que solicita al BID la Intendencia de Montevideo para mejorar el saneamiento, con lo que aseguraron la mayoría necesaria para avanzar con el trámite y se desmarcaron del Partido Nacional, cuya posición se volvió irrelevante tras el anuncio colorado.

Por diversos factores, hoy el Partido Colorado carece de liderazgos claros, como admite su principal figura viva, y la consecuente deriva -sumada a los mandatos históricos del batllismo- facilita estos acercamientos con las fuerzas progresistas.

El declive de la coalición gubernista a medida que se aproximan las próximas elecciones también puede favorecer la coordinación entre frenteamplistas y colorados. Por supuesto, todo puede cambiar si ocurre el tres veces negado regreso de Pedro Bordaberry, que necesariamente volcaría al partido a posiciones más conservadoras, o si crece la corriente del partido que busca perfilarse como contracara de los sindicatos de la educación.

De todos modos, vale recordar que en los tramos finales de la campaña de 2019, el hoy defenestrado Ernesto Talvi había insinuado que su sector podía darle gobernabilidad a un eventual presidente frenteamplista. Disminuido, pero con bancadas que pueden desequilibrar, hoy el Partido Colorado podría jugar mejor que el Partido Independiente a ser la “llave del gobierno” que puede abrirse por derecha o por izquierda. Para el Frente Amplio, en todo caso, sería una alianza hacia 2024 menos escabrosa que la que otros buscan con el partido militar.

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