Javier Milei será el próximo presidente de Argentina. Puede haber costado, o seguir costando, creer que una persona con sus antecedentes ocupe tal lugar, y varios analistas han tratado de explicar las razones de su claro triunfo electoral.

Como una disputa entre el pasado autoritario y el presente de penuria económica. Como una alianza de derechas que canalizó el descontento popular. Como una sofisticación de la consigna “que se vayan todos”.

Las primeras medidas anunciadas por el futuro gobernante incluyen privatizaciones, como la de la petrolera YPF, y un duro ajuste. Aunque todavía no ha comunicado quién será el ministro de Economía que ejecutará esas medidas, ya se conocen varios de los integrantes del gabinete de Milei, en el que hay muchas personas provenientes del entorno del expresidente Mauricio Macri.

Lacalle, China y Milei

Al día siguiente de su victoria, el presidente uruguayo llamó bien temprano a Milei y este le manifestó su alegría por la comunicación.

Lacalle llamó desde China, donde mantuvo encuentros de alto nivel. El optimismo sobre las relaciones entre Argentina y Uruguay que entusiasmó a Milei será puesto a prueba en la próxima cumbre del Mercosur, ya que el mandatario uruguayo convidó a representantes chinos para tratar de encaminar un tratado de libre comercio.

Hasta las elecciones, Milei se había mostrado contrario a bloques como el Mercosur y aún más reacio a comerciar con China. Mientras estaba en Pekín, Lacalle defendió la apertura comercial como una forma de ejercicio de la libertad, acercándose así todo lo posible a los eslóganes de su inminente par argentino.

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