Buenos días. Esta es una invitación a repasar algunos temas que nos ocuparon la última semana

Son los últimos días de la campaña para habilitar un plebiscito sobre 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración: el 9 de julio vence el plazo para la entrega de firmas a la Corte Electoral. La Comisión Prorreferéndum anunció el martes que se habían recogido 572.551 adhesiones, cuando la meta es superar, con margen para descartes, cerca de las 675.000, que equivalen a 25% del padrón electoral.

No es una tarea sencilla: como pasa con muchas actividades públicas, la pandemia complicó la recolección de firmas, pero las autoridades no consideraron conveniente extender el plazo para entregarlas, y el miércoles el gobierno le negó a la Comisión la posibilidad de dirigirse a la población en cadena nacional por radio y televisión, en línea con respuestas igualmente negativas a solicitudes similares del PIT-CNT y de Familiares de Detenidos Desparecidos con motivo de las conmemoraciones del 1 y el 20 de mayo, respectivamente.

Pero no sólo los plazos, la pandemia y la comunicación complican la campaña: el viernes se alertó que hay un seguimiento policial a personas que recogen firmas en Rocha. Aunque el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, respondió prontamente a la denuncia presentada por Aníbal Pereyra, exintendente del departamento, el argumento de que se busca evitar aglomeraciones apenas se sostiene y tiene resonancias preocupantes.

Ahora bien, ¿qué es lo que se quiere derogar? En nuestra edición del sábado les ofrecimos un punteo temático de las áreas que afecta la Ley de Urgente Consideración, como la seguridad, la educación, la seguridad social y la regulación financiera, entre otras.

Pasemos al tema obligado. “Hubiera elegido viajar en otro momento epidémico, no en este momento en el cual el virus está mutando”, dijo Daniel Salinas el miércoles 23. Aunque se trata del ministro de Salud, su opinión no pasa de una recomendación que posiblemente no seguirán quienes ya adquirieron pasajes y agotaron los vuelos para viajar al exterior en las vacaciones de invierno que acaban de comenzar.

Sin dudas, hay un “afloje” de los cuidados, y una opción por “dejar hacer” (y no apoyar directamente) al sector turístico, ante la tendencia a la baja de los números del virus. Sin embargo, que el virus sigue mutando y que variantes más agresivas se acercan a Uruguay no es una impresión de Salinas. En la región, la variante Delta ya fue detectada en Chile, Brasil y Argentina, y se extiende en otras partes.

Como medida paliativa, se constituyó un grupo de vigilancia que investigará las variantes del virus que puedan ingresar al país cuando regresen los viajeros de vacaciones.

Además de viajeros, del exterior también llegarán donaciones de vacunas, aunque a su vez Uruguay hizo envíos solidarios a Paraguay (las que se reciben son del laboratorio Pfizer y las que se donan, de Astrazeneca). Mientras tanto, Cuba se transformó en el primer país de América Latina que diseña, testea y pone a producir sus propias vacunas contra el virus.

Otra señal del “afloje” frente al virus puede ser la ocurrencia presidencial de homenajear al Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) con una velada en el auditorio del Sodre, o por lo menos así lo entendieron los homenajeados, que consideraron que tal vez no fuera buena idea aglomerarse tan pronto.

Un razonamiento similar frente a la posibilidad de amucharse bajo techo debe haber seguido el equipo de la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, cuando decidió que era preferible comparecer virtualmente al llamado a sala de la Junta Departamental, aunque el viernes los ediles del Partido Nacional la esperaron allí con sus laptops.

Otro órgano deliberativo, el Parlamento nacional, emitió el martes una declaración que condena y rechaza el accionar del gobierno de Nicaragua. La situación también provocó un debate en el seno del Frente Amplio, y circuló una carta en la que personalidades de izquierda condenan el régimen de Daniel Ortega. El miércoles, el asunto tuvo un capítulo en Washington, donde el embajador nicaragüense ante la Organización de Estados Americanos (OEA) denunció, como contrapartida, la existencia de una dictadura en Uruguay y recibió una airada respuesta de su par uruguayo, el abogado, docente y cómico Washington Abdala.

Hasta la semana que viene.