La agenda política local estuvo atravesada por la revelación de que altas autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio del Interior sabían quién era y a qué se dedicaba Sebastián Marset cuando, en noviembre de 2021, decidieron tramitarle un pasaporte uruguayo que le permitió salir de la cárcel en Emiratos Árabes.

En concreto, una comunicación por chat entre los viceministros de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, y del Interior, Guillermo Maciel (obtenida por la diaria) indica que por lo menos desde setiembre de 2021 las autoridades ya sabían que quien estaba preso en Dubái con un pasaporte paraguayo falso era un narcotraficante “muy pesado” y “peligroso”.

Lo dicho en los chats contradice lo que afirmaron los ministros de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, e Interior, Luis Alberto Heber, cuando debieron comparecer en el Senado para explicar por qué le habían concedido un pasaporte exprés a un criminal requerido internacionalmente.

En esa comparecencia también estuvo Ache, cuyas titubeantes declaraciones de entonces cobraron nuevo sentido y le valieron una convocatoria del sector colorado Ciudadanos, al que formalmente todavía pertenece, a pesar de su historia de desacuerdos con su dirección. “Nos deja en una posición incómoda””, dijo el senador Pablo Lanz, coordinador de la bancada de Ciudadanos, que ahora espera el regreso al país de Adrián Peña, ministro de Ambiente y líder circunstancial del sector, tras la eyección de Ernesto Talvi, responsable de la promoción de Ache a la vicecancillería. El actual ministro de Relaciones Exteriores, cabe recordar, no pertenece al partido de Ache, sino al núcleo lacallista del Partido Nacional.

En su defensa, Ache simplemente le achacó toda la responsabilidad de la entrega del pasaporte al Ministerio del Interior, aunque Marset fue liberado gracias a una carta emitida por Cancillería.

Si de Ache parece que se van a encargar sus correligionarios, la destitución de Heber y Bustillo no está en el horizonte oficialista, sino que es un pedido del presidente del Frente Amplio, porque se entiende que mintieron en el Parlamento y porque no actuaron debidamente en la entrega del pasaporte a Marset.

“Lo de Marset quema”, escribe Marcelo Pereira.

Además, Astesiano

Heber, por su parte, sigue en el ojo de la tormenta debido a los delitos que involucrarían al exjefe de la seguridad presidencial.

Esta semana, fueron llamados a declarar los responsables de la empresa Vertical Skies, que admitieron haberle solicitado a Alejandro Astesiano que consiguiera información para chantajear a los senadores Mario Bergara y Charles Carrera (la confesión en sí es bastante extraña, por cierto).

El propio Astesiano declaró por ese caso de espionaje y por sus vinculaciones con múltiples jerarcas que dependen de Heber.

La divulgación de otros chats de Astesiano, además, permitió conocer que realizaba favores al secretario del presidente Lacalle, Homero Gadea.

Vaciar chat, la obra de teatro, sigue en cartel esta semana.

Qué más pasó

-Las selecciones de Argentina y Francia resultaron finalistas y este domingo juegan por la Copa del Mundo.

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